"Cuando llegó la pandemia, el hecho de no poder volar complicó mucho la situación del negocio. Las video conferencias puedes utilizarlas, pero para nosotros es fundamental viajar, estar en contacto con las fábricas, los proveedores. Necesitas ver, sentir, tocar los tejidos, porque ahí, en esos laboratorios, es donde surgen las nuevas ideas". Este testimonio de la diseñadora de moda Teresa Helbig forma parte de la última campaña de publicidad de Iberia, en la que se trata de estimular los viajes de trabajo. Un sector que quedó seriamente tocado a causa de la pandemia y que ahora, tímidamente, trata de reactivarse.
Un reciente informe de McKinsey señala que antes de la pandemia los viajeros corporativos representaban un 12% de todos los pasajeros de las compañías aéreas, pero aportaban entre el 55 y el 75% de sus beneficios y el 70% de los ingresos de las cadenas hoteleras de clase superior. La Covid-19 supuso un golpe devastador para esta industria, que en 2020 sufrió una caída del 52%.
Antes de la pandemia los viajeros corporativos representaban un 12% de todos los pasajeros de las compañías aéreas, pero aportaban entre el 55 y el 75% de sus beneficios
La vuelta del verano, con la vacunación ya muy avanzada en buena parte del planeta, trajo los primeros brotes verdes para los viajes de negocios. "El mercado doméstico se ha convertido en el eje de la recuperación, seguido de los vuelos a Europa que empiezan a tomar velocidad", confirman desde Iberia. Desde el principio de la pandemia, la línea aérea española puso en marcha un plan para reactivar los viajes corporativos que incluye un programa de vuelos lo más estable posible, en el que se procura que los clientes puedan ir y volver en el día a las principales ciudades tanto españolas como europeas. Además, se aplican criterios flexibles para que se puedan modificar fechas, rutas e incluso el nombre del titular del billete en el caso de que la persona designada para viajar por la empresa diera positivo en Covid-19 o hubiera estado en contacto con un positivo.
Un lento trayecto de regreso
Aunque la caída de los contagios ha insuflado algo de aire al sector, las estimaciones hablan de una recuperación más lenta que las de los viajes turísticos. Otro informe, elaborado por Deloitte, indica que habrá que esperar al cuarto trimestre de 2022 para que los niveles de gasto en los viajes de empresa alcancen entre el 65% y el 80% respecto a los registrados antes de la pandemia.
Lo que parece claro es que, con pandemia o sin ella, los viajes de negocios no volverán a ser lo que eran. “Muchas empresas han aprovechado este tiempo de aprendizaje para todos para revisar sus programas y políticas de viajes corporativos, adecuándolos al momento actual y realizando los ajustes necesarios", señala Luis Dupuy de Lôme, director general para España e Italia en American Express Global Business Travel. En la misma línea, Carlos Martínez, CEO de Consultia Travel, cree que “repensar si el gasto en viajes que realizaba la compañía era el apropiado o no debe de ser ahora mismo una de las preguntas que esté sobre la mesa de cualquier directivo con una inversión significativa en viajes”.
Seguridad, sostenibilidad y sujeción de costes son las claves que marcarán el rumbo de los viajes corporativos en un futuro próximo
En ese ‘repensar’, los recortes en la partida de viajes son la tónica general. Con la pandemia aun latente y restricciones (PCRs, cuarentena, etc.) para la entrada en determinados países todavía vigentes, la tendencia es hacer menos viajes, más cortos y en los que prime la protección y seguridad de los viajeros. “Las empresas están intentando que sus empleados viajen más en vuelos directos y evitar así escalas en múltiples destinos”, apunta Dupuy de Lôme”. Además, tercia Carlos Martínez, "se intenta estar el menor tiempo posible fuera de casa para reducir la sensación de riesgo”.
La alternativa tecnológica
El inesperado éxito del teletrabajo y los sistemas de videoconferencia ha llevado a muchas compañías a reflexionar acerca de si de verdad necesitan viajar tanto. Las masivas convenciones de ventas, que durante un fin de semana reunían a los delegados regionales de toda la compañía en un hotel para hacer equipo y consensuar estrategias podrían tardar en regresar… si es que lo hacen. “Habrá ciertos desplazamientos, como los de los equipos internos dentro de una misma compañía, que es muy probable que sean sustituidos por tecnologías digitales”, vaticina Luis Dupuy de Lôme.
No solo, eso, los últimos avances en industria 4.0 ya permiten realizar labores de mantenimiento o reparaciones técnicas complejas a distancia mediante tecnologías como la realidad aumentada.
Factor sostenibilidad
La puntilla para los viajes de negocios llega por la vía de la sostenibilidad. El sector transporte representa el 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España. La creciente entrada de las cuestiones ambientales en las agendas corporativas, unida a los anteriores factores, parecen confabularse contra este tipo de viajes. Compañías como Zurich seguros, por ejemplo, ya han anunciado su intención de reducir su partida presupuestaria destinada a viajes para 2022 en un 70% respecto a los niveles de 2019 aduciendo causas ambientales.
Otras empresas están encontrando una vía intermedia para seguir viajando sin perder de vista la necesidad de reducir la huella ambiental de esos desplazamientos: la compensación. “La movilidad de los empleados es uno de los aspectos más relevantes a la hora de medir el impacto medioambiental que generan con su actividad”, comenta Carlos Pérez, director de Cabify Empresas en España. La empresa de movilidad entrega a sus clientes corporativos un certificado de compensación donde se recoge el impacto climático de los viajes realizados por sus empleados y se certifica que todos los viajes realizados han sido neutros en carbono. Una huella que Cabify “compensa” al 100% colaborando con “iniciativas ambientales que logran absorber la misma cantidad de CO2 que se genera en esos viajes”, dice Pérez.
¡Hay que viajar!
Pandemia, tecnología, sostenibilidad y sujeción de gastos conforman la tormenta perfecta para los viajes de negocios. Sin embargo, los expertos coinciden: es imprescindible seguir viajando. “La situación que hemos vivido ha demostrado que la flexibilidad y el trabajo remoto no solo son posibles, sino que traen numerosas ventajas para empleados y empresas. Pero también se ha visto que la presencialidad sigue siendo fundamental en otros momentos, tanto en los centros de trabajo oficinas como en la actividad comercial, donde el contacto personal es clave. Esto se está traduciendo una reactivación de la movilidad corporativa”, destaca Carlos Pérez.
Un estudio de Oxford Economics en Estados Unidos estima que por cada dólar que una compañía invierte en viajes obtiene un beneficio de 3,80. Y es que, aunque la tecnología ha permitido mantener los negocios en marcha, los analistas recelan de que las empresas puedan confiarle ahora todo el peso de la recuperación. El informe de McKinsey concluye que los viajes serán clave para la apertura de nuevos mercados, el lanzamiento de nuevos productos o la internacionalización de las pymes, elementos identificados como palancas para salir de la crisis.
"los viajes de negocios son vitales para la economía local, regional y global; para hacer que el mundo se mueva de nuevo, volver a estar cara a cara con nuestros clientes y que el crecimiento siga su curso", cree Luis Dupuy de Lôme. Eso sí, este directivo también piensa que los viajes de negocios del futuro serán “más inteligentes”, y que solo se realizarán aquellos que sean “verdaderamente esenciales para la empresa y difícilmente puedan ser sustituidos por una vía digital con el mismo resultado”.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación