Juan Miguel Villar Mir es uno de los protagonistas de la reestructuración en el consejo de administración de Santander, aunque su marcha ya se había confirmado poco antes del verano, coincidiendo con la presentación de los resultados semestrales de la entidad financiera. El fundador y ex presidente de OHL ha sido todo un superviviente en el máximo órgano ejecutivo de Santander, que ha dado la cara por él las repetidas veces en las que el octogenario empresario ha sido imputado por los jueces en hasta cuatro casos. Villar Mir deja Santander una vez concluido su mandato como consejero pero no por una decisión traumática.
Paradójicamente, Villar Mir llegó a comienzos de 2013 a un consejo de Santander en plena reestructuración por la marcha del entonces consejero delegado, Alfredo Sáenz, que también resistió en calidad de imputado aunque, en su caso, abandonó la entidad financiera poco antes de conocer la condena.
Para entonces, el entonces todavía presidente de OHL ya había sido imputado por el caso conocido como el de los 'papeles de Bárcenas', acusado de financiar de forma irregular al Partido Popular, extremo que siempre ha negado ante los jueces. Una circunstancia que no fue óbice para incorporarse al consejo del banco, al tiempo que Javier Marín sustituía a Sáenz como consejero delegado.
Fue precisamente Marín de los primeros que hizo una encendida defensa de Villar Mir, con motivo de su comparecencia ante los medios para presentar los resultados de Santander. Tampoco el Banco de España había objetado nada para aprobar la incorporación del empresario al consejo de la entidad financiera.
La 'operación Canalejas'
Meses antes, Villar Mir y Emilio Botín habían protagonizado una operación histórica por el tiempo que le llevó al entonces presidente de Santander ejecutarla: la compra-venta del edificio de Canalejas. Mucho se habló entonces de la relación entre la transacción inmobiliaria y el aterrizaje de Villar Mir en el consejo del banco, aunque éste último no tardó en dejarse notar. Apenas unos meses después, invirtió algo más de 180 millones de euros en hacerse con una participación del 0,24% en el capital de Santander.
Tras la muerte de Emilio Botín, en septiembre de 2014, y la llegada de su hija Ana Patricia a la presidencia de Santander con espíritu renovador, quien más, quien menos pensó que los días de Villar Mir en la entidad financiera estaban contados.
Nada más lejos de la realidad. Al contrario, la pertenencia del empresario al consejo del banco desafió nuevas imputaciones, como la de los casos 'Púnica' y 'Lezo', relacionados con la corrupción en torno a los gobiernos de la Comunidad de Madrid y también en el que se sigue en Baleares sobre la concesión de las obras del hospital de Son Espases.
Desfiles y muchas explicaciones
Los repetidos desfiles ante los jueces para dar las explicaciones pertinentes no minaron en ningún momento su condición en el banco. Bien es cierto que sobre Villar Mir no ha caído condena alguna. Santander ha informado al mercado sobre la situación judicial de su consejero tanto al mercado como al Banco Central Europeo (BCE). Y el veterano empresario ha reiterado la negación de todos los hechos que se le han imputado.
Desde junio de 2016, cuando dejó la presidencia ejecutiva de OHL, Villar Mir ha estado plenamente centrado en pilotar el grupo empresarial que lleva su apellido y que sigue siendo el principal accionista de la constructora.
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