Economía

Virgin Atlantic, una aerolínea nacida para no defraudar a una mujer

El empresario Richard Branson tenía la vena del emprendimiento a los 15 años. Su compañía aérea nació -según cuenta- tras una curiosa anécdota. Pronto, se hizo un hueco en los viajes internacionales

Richard Branson tiene más de 70 años (nació en 1950) pero sigue empeñado en mantener una imagen de hippie de larga melena rubia siendo uno de los mejores ejemplos del típico millonario excéntrico inglés. De buena familia, estudió en escuelas de élite en las que obtuvo muy malos resultados, quizás por culpa de su dislexia. Sin embargo, tenía la vena del emprendimiento ya a temprana edad puesto que con 15 años había fundado dos empresas (de árboles de Navidad y de periquitos). Eso sí, fracasaron. Con 16 años fundó la revista Student que, a pesar de distribuir más de 50.000 copias a lo largo de todo Londres, también tuvo que cerrar. Para entonces ya había dejado la escuela. No se desanimó y con apenas 20 años empieza a vender copias piratas de discos -adquiridos en Francia- en su coche. Incluso siendo ilegal, en 1971 ya usaba el nombre comercial de Virgin (en referencia a que eran muy similares a los nuevos) e incluso los vendía por correo. Fue detenido por estas actividades y tuvo que llegar a un acuerdo extrajudicial, con dinero de su madre (que rehipotecó la vivienda familiar), con el fisco británico.

En 1972 legaliza el negocio abriendo una tienda propia en Londres y pronto abre un estudio discográfico -Virgin Records- que acabó haciéndole millonario. Su éxito inicial se debió a que apostó por músicos que otras discográficas no querían tener en nómina, tales como Sex Pistols y, sobre todo, Mike Olfield. Nadie quería grabar un álbum instrumental, pero Branson se arriesgó y vendió 16 millones de copias de “Tubullar Bells”. El negocio de la música le hizo multimillonario y su larga trayectoria como empresario, plagada de éxitos pero también de fracasos, le ha llevado a que en la actualidad más de 200 compañías formen el Imperio Virgin. Dos de sus frases más famosas son: “Los clientes no son lo primero, lo primero son tus empleados. Si cuidas de tus empleados, ellos cuidarán a tus clientes” y "Si tus sueños no te asustan, son demasiado pequeños".

Estando en Puerto Rico de camino a las Islas Vírgenes, la compañía con la que volaba suspendió el vuelo. El propio Branson lo cuenta así: “No había suficientes pasajeros para que les saliera rentable el vuelo y lo suspendieron. Tenía a una hermosa dama esperándome en las Islas Vírgenes así que alquilé un avión y pedí prestada una pizarra y como una broma escribí Virgin Airlines 39$ en la parte superior. Salí donde estaban los pasajeros que habían sido dejado tirados y llené mi primer avión”. Después llamó a Boeing para saber si tenían algún 747-200 en venta, compró uno y empezó con vuelos desde Reino Unido a las Malvinas primero, y a Estados Unidos después. Él no inventó las “low cost” pero su compañía se hizo un hueco muy rápido en ese sector de los viajes internacionales. También innovó en detalles como el de ofrecer pantallas individuales con una selección de canales para los viajeros a partir de 1991.

Sin embargo, se cierne una razonable duda sobre esta versión de Branson. Lo cierto es que a él siempre le había interesado la aviación, quizás porque su madre había sido azafata y un tío suyo voló spitfires en la Segunda Guerra Mundial, sobreviviendo pese a ser derribado en una ocasión. Así que lo mismo se inventó, o al menos adornó, una anécdota con una cierta base real, para darle un aura espontánea a un negocio que ya tenía previsto crear. De hecho, el cariño especial que siempre le ha dedicado a la aviación se hizo patente en 1992, cuando tuvo que vender su sello discográfico a EMI por mil millones de dólares para poder mantener a flote Virgin Atlantic, lo que demuestra el interés que tenía hacia ese proyecto. Branson ha tenido muchos tropiezos en su carrera y esta compañía aérea parecía que sería uno de los mayores si bien consiguió salvarla con esa inyección de liquidez. E incluso en 1996, esta vez sin citas de por medio, también fundó Virgin Express, aunque luego se deshizo de ella (ahora es Brussels Airlines).

Otra prueba de ese apego hacia la aviación es Virgin Galactic, fundada en 2004, adelantándose en años a otras empresas más famosas, para vuelos espaciales suborbitales tripulados, lanzamientos suborbitales para misiones científicas y lanzamientos orbitales para satélites pequeños. El 11 de julio de 2021 por fin consiguió realizar el primer viaje espacial, adelantándose a los principales competidores de vuelos espaciales privados: Jeff Bezos (Amazon) y Elon Musk (SpaceX). Pero sin duda no existiría Virgin Galactic sin Virgin Airlines, una de sus pocas empresas que fue rentable, a pesar de tropiezos posteriores, ya en su primer año de vida, y que, presumiblemente, nació de un monumental enfado… por no llegar a una cita.

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