La compañía española, una de las referencias en el sector de componentes de automoción, cuenta con cien plantas industriales en tres continentes y trece centros de I + D repartidos por ellos. Nosotros, hemos podido visitar una de sus emblemáticas plantas en Vizcaya y contrastar el pasado y el futuro de una empresa volcada en la innovación. Una planta en la que se producen desde hace décadas multitud de piezas de carrocería para marcas como Mercedes-Benz y que ya mira al futuro eléctrico para abastecer a la más que probable electrificación de plantas como la de Volkswagen Navarra.
Como en todo el sector, también Gestamp se ha visto afectada por la crisis primero de la covid-19 y de forma seguida con la de los semiconductores. Antes de estas crisis, la compañía facturaba anualmente más de nueve mil millones de euros, una cifra que en 2020 bajó a algo más de 7.000 millones y que el ejercicio pasado cayó aún más.
Pero mirando al futuro, Gestamp está llevando a cabo una inversión a cuatro años de 18 millones de euros en equipamiento para adaptarse a los nuevos procesos que va a suponer el coche eléctrico. Y su proyecto estrella es la denominada fábrica inteligente o fábrica 4.0, en la que la inteligencia artificial será esencial en la gestión de los procesos de producción. Una fábrica todavía en periodo de desarrollo pero que hemos podido comprobar que su funcionamiento está ya en un proceso muy avanzado.
Estas nuevas fábricas permitirán variar las líneas de montaje según las necesidades de producción de cada modelo y de las evoluciones que estos experimenten. El primer centro que lo implementará lo hará en 2025 y, según el director de estandarización de equipos y fabricación avanzada de Gestamp, René González, permitirá a las plantas del grupo el montaje de componentes adaptándose continuamente al volumen productivo que requieran las plantas de vehículos a partir de esa fecha.
Todas las máquinas y sistemas están interconectados entre sí a través de un sofisticado software que ejerce a modo de "director de planificación" primero y, después, de "director de producción". Con este proceso completamente automatizado gracias a la inteligencia artificial, la coordinación es prácticamente milimétrica. De esta forma, respondería a las previsiones de producción de modelos que han ido variando en los últimos años tanto por la pandemia de coronavirus como por la escasez de semiconductores, algo que en el futuro se intensificará con los coches eléctricos, y podrían así ir activando la producción en función de la demanda real que tenga el vehículo.
Este nuevo diseño de fábrica permitirá una gran flexibilidad no solo por el número de piezas producidas, sino también porque podrían ensamblar cualquier tipo de componente sin tener que renovar la línea al completo cada vez que cambia un vehículo al que proveen, como ocurre en la actualidad. Una evolución sin duda muy importante por cuanto permite trasladar maquinaria con camiones de un lugar a otro en función de las necesidades.
Un nuevo modelo de producción que requerirá de nuevas fábricas y que no se plantea implantar en las ya existentes. Según la compañía, el coste de la inversión de este tipo de instalación es similar al de una actual, pero la flexibilidad que se consigue permitiría instalar un centro productivo en una nave alquilada reduciendo notablemente el tiempo de puesta en marcha, que en condiciones normales es de más o menos un año y medio.
En cuanto al empleo, aunque la automatización es evidente desde Gestamp aseguran que no debería suponer impacto en el mismo porque si bien la automatización en sí supone algún puesto de trabajo menos, la mejora de la eficiencia conllevaría conseguir más adjudicaciones y, por tanto, más empleo. Lo que sí cambiará será el perfil de estos nuevos empleos, mucho más cualificados por la gestión que supone el complejo software que necesita una actividad así, y al menos entre un 10 y un 15% de la plantilla de la fábrica se deberá ajustar a este nuevo perfil.
Autoabastecimiento con paneles fotovoltaicos
Por otro lado, en su evolución y adaptación a los nuevos tiempos, Gestamp se abastecerá de su propia energía mediante paneles fotovoltaicos colocados en los tejados de las 20 plantas que tiene en España. La empresa vasca ha informado en una nota del acuerdo que ha alcanzado para este proyecto con Powen, que instalará y mantendrá los paneles y también comprará la energía sobrante.
La potencia total instalada en las 22 plantas será de 26,9 MWp y la energía que se estima que se va a generar al año es de más 35 GWh, de los que cerca de 31GWh serán para autoconsumo de las fábricas, que supondrá el 87 % de la energía generada por las placas fotovoltaicas.
Según Gestamp, es "la mayor apuesta de autoconsumo de un grupo industrial en España y se sitúa dentro de la estrategia de descarbonización del grupo y las iniciativas de sostenibilidad".
"Esta alianza pone en valor una vez más el compromiso de Gestamp con la descarbonización y es parte de la ambiciosa estrategia de sostenibilidad del Grupo. Trabajamos todos los días para lograr la mayor eficiencia energética y cumplir nuestro objetivo de reducción de emisiones", ha señalado el presidente ejecutivo de Gestamp, Francisco J. Riberas.
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