Tinsa prevé que la espiral alcista de la vivienda tenderá a atenuarse en este 2022. Ya al cabo del mes de marzo, la mayor tasadora residencial de España detectó "variaciones mensuales que apuntan a una moderación en las tasas de crecimiento del precio del producto inmobiliario residencial" que marcarían la tendencia del resto de la temporada, según transmiten desde el departamento de estudios de la compañía.
Atendiendo a los registros de Tinsa, la vivienda, usada y nueva, promedió un encarecimiento intermensual del 0,46% en el primer trimestre, frente al 0,83% del mismo período en el 2021. Al cabo del último año, el valor del residencial encadenó su séptimo año consecutivo al alza. Ahora, los precios están un 23,5% por debajo de los máximos históricos anteriores a la crisis inmobiliaria.
Marzo se saldó con un incremento intermensual del 0,3% que contrasta con la subida del 0,8% del mismo mes del último año y los incrementos superiores al 1% que se detectaron en buena parte de la segunda mitad del 2021. Las grandes ciudades y capitales empezaron el 2022 bordeando incrementos en el orden del 1% intermensual y cerraron el mes pasado con aumentos más tenues, del 0,4%.
Las entidades financieras ya han comenzado a incrementar los tipos de interés aplicados en las hipotecas...Es de esperar que esta tendencia se pronuncie a lo largo del año"
Para el conjunto del 2022, Tinsa proyecta una "desaceleración en el crecimiento de los precios", según señala a este medio la directora de su Servicio de Estudios, Cristina Arias.
"La guerra en Ucrania ha agravado las tensiones inflacionistas en la economía europea y ha intensificado las expectativas de un cambio en la política monetaria del Banco Central Europeo, de forma que las entidades financieras ya han comenzado a incrementar los tipos de interés aplicados en las hipotecas y a fomentar estos préstamos a tipo variable frente a los de tipo fijo. Es de esperar que esta tendencia se pronuncie a lo largo del año", apunta Arias. El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, ha avanzado que la primera subida de tipos de interés podría tener lugar en el próximo mes de julio.
Así las cosas, fuentes del sector hacen hincapié en que el segundo trimestre seguirá viéndose mediado por una elevada inflación -del 9,8% en marzo-. A partir de la segunda mitad del año se podrá vislumbrar, auguran, si el sector recupera una inercia alcista como la de 2021, se mantiene estable o gira hacia una dinámica bajista.
"Un contexto de inflación prolongado en el tiempo podría terminar erosionando el ahorro acumulado de los hogares y dificultar la accesibilidad a la vivienda", inciden desde Tinsa, enunciando a la vez que "a medida que se incrementen los tipos de las hipotecas, la demanda de vivienda tenderá a moderarse".
La vivienda nueva sí podría seguir encareciéndose con fuerza
Lo anterior no es óbice para que la tendencia alcista de los precios de la vivienda conserve su intensidad en ciertos segmentos del mercado, como el de la obra nueva, que representa un 15-25% de las transacciones a nivel anual.
"La obra nueva puede verse afectada por los retrasos en la entrega de materiales, que contribuyen al incremento de los costes de construcción. El contexto de incertidumbre, unido a unas expectativas de demanda que se moderan, también pueden reducir la construcción de vivienda, que desde la crisis de 2008 se ha mantenido en niveles limitados", enuncia la responsable de Estudios de Tinsa.
La patronal de las grandes constructoras, la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras, ya ha descontado que la producción de vivienda en 2022 no crecerá respecto a 2021, cuando los costes de la construcción residencial se encarecieron entre un 15% y un 23,5%. Según cifras con las que trabajan distintas promotoras como Culmia o Neinor -que proyecta otro alza de costes del 10% en promedio interanual para este año-, en 2022 se entregarán menos de 100.000 viviendas nuevas por las 120.000-150.000 para las que estiman que existe demanda potencial. En el sector promotor se confía además en que continúe la recuperación del comprador extranjero, que en 2021 representó el 18,6% de las transacciones.
"Se observan así tensiones contrapuestas en cuanto al precio de la vivienda. La moderación de la demanda contribuiría a una desaceleración del incremento de los precios y la limitación de la oferta contribuiría a tensiones alcistas", añaden desde Tinsa. "De momento, en 2022 se espera cierta desaceleración en el crecimiento de los precios a medida que se incrementan los tipos de interés de forma gradual", concluye Arias.
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