Economía

La alta promoción busca compensar el alza de costes subiendo el precio de la vivienda

Las grandes promotoras confían en que la demanda absorba el grueso de la espiral inflacionista de la construcción en un contexto de incertidumbre general sobre los precios de la vivienda

Las grandes promotoras esperan compensar la espiral inflacionista que vive la construcción subiendo los precios de las viviendas. Neinor y Aedas, las que más ingresos registraron el último año, estiman que a lo largo de 2022 afrontarán un alza de costes cercano al 10% interanual que buscarán atajar con incrementos en el precio potencialmente superiores al 5%.

Según corroboran desde otras de las grandes promotoras españolas, el sector ya ha podido empezar a trasladar el alza de costes a los precios porque la demanda está siendo, de momento, capaz de absorberla. De hecho, la propia Aedas cerró su ejercicio fiscal en marzo de 2022 habiendo cumplido los objetivos anunciados antes de la guerra en Ucrania.

En la misma línea, fuentes del sector apuntan a la creciente recuperación de la demanda extranjera, que cerró 2021 en niveles prepandemia según los últimos registros del Notariado. Para 2022, la previsión es que el comprador foráneo, espoleado por fenómenos como el teletrabajo, siga creciendo.

La sensación del sector no es tanto de preocupación como de pura incertidumbre, ya que el escenario que se avecina augura fuerzas contrapuestas sobre el precio de la vivienda. La inflación puede tanto erosionar la capacidad adquisitiva de las familias como convertir a la vivienda en un valor refugio para los inversores.

De cara a este año, en suma, el sector se muestra cauteloso sobre la inflación, ya que la mayoría de las grandes promotoras han cerrado la comercialización del grueso de sus viviendas previstas para el ejercicio. La incertidumbre gira en torno a las entregas de 2023 y 2024, que se verían especialmente amenazadas en la medida que se prolongue este año un escenario de inflación superior al 5%.

Y es que la sensación del sector no es tanto de preocupación como de pura incertidumbre, ya que el escenario que se avecina augura fuerzas contrapuestas sobre el precio de la vivienda. La inflación puede tanto erosionar la capacidad adquisitiva de las familias como convertir a la vivienda en un valor refugio para los inversores. 

Fuerzas contrapuestas sobre el precio de la vivienda

La subida de los tipos de interés que aplacaría la inflación dificultaría el acceso a hipotecas de los posibles compradores, aunque, apuntan desde distintas promotoras, sin un impacto significativo a la vista este año ya que la financiación seguiría, aseguran, manteniéndose barata en la comparación histórica.

La crisis inmobiliaria china actuaría como un factor de presión a la baja sobre los costes de construcción, proyectan desde Neinor, que mantiene inalterables sus planes de reparto de dividendos. Paralelamente, desde la promotora con sede en Bilbao creen que la suma de factores podría restringir la oferta de obra nueva en el mercado, lo que contribuiría a sostener cuando no presionar al alza los precios.

La patronal de las constructoras Seopan ha proyectado que la producción de vivienda no crecerá respecto a 2021, con independencia del influjo que pueda acabar teniendo la guerra en Ucrania

Las previsiones sobre las viviendas que se producirán este año bailan según la fuente, pero el consenso es que seguirán lejos de las 150.000 para las que el sector estima que existe mercado. La patronal de las constructoras Seopan ha proyectado que la producción de vivienda no crecerá respecto a 2021, con independencia del influjo que pueda acabar teniendo la guerra en Ucrania.

La obra nueva tiene un peso del 15-25% sobre el mercado de la compraventa de vivienda, que comenzó el 2022 con nuevos alzas a nivel general. Según los registros de la mayor tasadora del mercado, Tinsa, los precios de la vivienda, usada y nueva, registraron en marzo en el conjunto del país “variaciones mensuales que apuntan a una moderación en las tasas de crecimiento del precio del producto inmobiliario residencial”. Según esta fuente, los precios subieron un 0,3% mensual en marzo.

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