La inflación impacta ya directamente en la vivienda. La mayoría de los propietarios españoles está empezando a volcar el alza del Índice de Precios de Consumo en los nuevos contratos acogiéndose a la Ley de Arrendamientos Urbanos. Según un estudio de la Agencia Negociadora del Alquiler, el 80% de los caseros ha aplicado al menos parte de las subidas en las renovaciones que tuvieron lugar en los últimos tres meses.
La casuística más habitual es que el propietario repercuta la mitad del alza del IPC, según fuentes del mercado. De acuerdo a la ANA, solo el 15% de los caseros ha volcado toda la inflación (del 7,4% en el último mes de febrero). Sin embargo, no es menos cierto que solo el 20% de los propietarios ha renovado a sus inquilinos sin alterar la renta mensual.
Los particulares representan alrededor del 80-85% del mercado de los propietarios. Según los cálculos de la Agencia Negociadora del Alquiler, entre los pequeños arrendadores antes de la pandemia había entre 570.000 y 855.000 de más de 55 años que estaban en situación de especial vulnerabilidad por estar jubilados y/o tener la vivienda en alquiler como principal fuente de ingresos. Esto es, uno de cada cuatro arrendadores particulares viviría del alquiler que cobra cada mes.
El impacto promedio de la inflación ronda los 50 euros al mes en el conjunto de España, pudiendo escalar a los 60 euros en capitales como Madrid o Barcelona.
El por ahora comedido alza de los salarios ha atenuado el encarecimiento de los alquileres. Buena parte de los caseros ha matizado la aplicación del IPC precisamente por temor a sufrir impagos o perder al arrendatario. Algo que se entiende sobre todo en puntos como Madrid, donde la oferta sigue por encima de los niveles prepandemia.
El impacto promedio de la inflación ronda los 50 euros al mes en el conjunto de España, pudiendo escalar a los 60 euros en capitales como Madrid o Barcelona. El bono joven de 250 euros mensuales que se espera para abril-mayo alcanzaría a un 25% de los inquilinos en las principales capitales. Previsiblemente, los caseros se verían con motivos para aplicar la inflación en mayor medida una vez los subsidios empiecen a volcarse en el mercado.
Impacto ya real en la vivienda
La evolución de los anuncios de alquileres deja ya traslucir cierto impacto de la inflación. Los precios en el conjunto de España encadenan tres meses de subidas tras quince meses de bajada por la pandemia, si bien siguen un 0,9% por debajo de lo que costaban en febrero de 2021.
En Barcelona y Madrid, los anuncios están ya más caros que hace un año, un 11% y un 2% respectivamente, según los registros de Idealista. A nivel global, las rentas tienen un margen al alza superior al 7% si se toma como referencia el pico histórico que se alcanzó en 2020.
El consenso de los agentes inmobiliarios es que la inflación rondará el 3,5%-4% a lo largo del 2022
El consenso de los agentes inmobiliarios es que la inflación rondará el 3,5%-4% a lo largo del 2022. Una cifra que podría verse agravada a corto plazo por las derivadas en los precios de la energía del conflicto que desató Rusia en Ucrania.
El retorno del turismo y del demandante extranjero en general también podrían calentar los precios. Más aún, ante la perspectiva de la nueva Ley de Vivienda, prevista para el tercer trimestre de 2022. Los alquileres turísticos y/o de corta y mediana duración se presentan como una vía para los propietarios para sortear los efectos de la nueva regulación. Un fenómeno que está teniendo su impacto en la ya regulada Barcelona, con menos oferta que antes de la pandemia y un rebote en los precios más acelerado que el de las demás capitales.
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