Los últimos datos oficiales sobre la concesión de hipotecas, de noviembre, ponen a la compraventa de vivienda todavía un 25% por encima que antes de la pandemia. Con el mercado ya estabilizándose, el saldo es que el rebote no parece haber alcanzado a todos por igual. A falta de cifras oficiales que desglosen la situación por grupos de edad, las inmobiliarias aseguran que los menores de 35 años están igual o peor que antes de la covid en términos de acceso a la vivienda en propiedad.
"El porcentaje de jóvenes propietarios tras la pandemia ha bajado diez puntos porcentuales según nuestros estudios", incide María Matos, portavoz de Fotocasa. Una encuesta de la inmobiliaria pone de relieve que el perfil del hipotecado que más ha crecido con el rebote pandémico es el de aquel que ingresa entre 50.000 y 70.000 euros anuales.
Una cifra que dista de los 21.500 euros de salario neto anual promedio de la población menor de 35 años que logra acceder a hipotecas, y de los 47.500 euros de entrada media por crédito hipotecario, según el barómetro del Consejo de la Juventud. Atendiendo a este último, las limitaciones económicas al acceso se han aliviado en porcentajes ínfimos (menores al 5%), y los menores de 35 siguen necesitando alrededor de diez años de ahorros para acceder a una vivienda tipo. A lo que cabe añadir que, según la tasadora Tinsa, la vivienda a la venta se encareció en un 4,3% en 2021.
"Podemos decir que la población de 35 años para abajo ha participado poco tanto en los aumentos de compra como en los de concesión de hipotecas que se vivieron en el 2021", afirma Ferran Font, director de estudios de Pisos.com.
En muchos casos, el problema no es ya que no les alcancen los ingresos mensuales, sino que la pandemia les ha pillado sin los ahorros suficientes para afrontar la entrada"
"En muchos casos, el problema no es ya que no les alcancen los ingresos mensuales, sino que la pandemia les ha pillado sin los ahorros suficientes para afrontar la entrada", añade. De hecho, según los datos de Fotocasa, la mayor tendencia al alza entre los hipotecados durante la pandemia ha apuntado a la vivienda como inversión (se han duplicado los hipotecados con ese objetivo), un indicio añadido a la tesis de que el repunte ha pasado por otros grupos de edad.
La vivienda en alquiler vuelve a encarecerse
"Notamos que mientras el joven propietario ha bajado, su interacción con el alquiler se ha mantenido o ha subido", incide Matos. No debería de extrañar por tanto el repunte que han empezado a vivir los precios del alquiler, según los registros del portal Idealista, tras una rápida absorción del enorme stock que se generó durante la pandemia.
Los precios llegaron a caer un 10% en 2021 tras un incremento de la oferta superior al 100%, según el mayor portal de anuncios del mercado. Desde mediados del año pasado, esa tendencia a la baja de los precios empezó a revertirse, y en diciembre, pasaron a subir de forma generalizada. "El 70% de los usuarios que buscan ahora anuncios de alquiler en Pisos.com son menores de 35", añade Font. "Los jóvenes que se emancipan buscan alquiler no porque lo quieran sino por sus límites económicos".
Vivir solo sigue siendo más caro que hipotecarse
Según el Consejo de la Juventud, el alquiler es la opción preferente de los jóvenes que se emancipan, con un 43%, por encima de la hipoteca (34%). El problema viene en la emancipación real, esto es, al momento de afrontar realmente el pago del alquiler de un piso, y no de una habitación.
El coste de un piso tipo sigue representando alrededor del 60% de los ingresos mensuales de los menores de 35 (856 euros de media), lo que explica también por qué buscan hipotecarse tan pronto como consigan ahorrar (el coste mensual de una hipoteca ronda el 40%). La vía de escape pasa por la habitación compartida, en cuyo caso el peso del alquiler sobre los ingresos baja a un 20% (267 euros al mes).
Esta vía parece explicar económicamente la tendencia al alza del alquiler, que fuentes del mercado de la inversión sitúan en un 40% sobre el total a mediados de siglo. Actualmente, el 75% de los españoles son propietarios, cinco puntos menos que en 2010.
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