El número de licencias de vehículos de alquiler con conductor (VTC) ha descendido en Barcelona, donde en febrero entró en vigor la normativa que obliga a contratar estos coches con antelación, y, por contra, se ha disparado en Madrid, comunidad que no ha regulado este sector.
A cierre del pasado mes de marzo, la capital contaba con 7.269 autorizaciones de VTC, 710 más que a cierre de 2018, según la estadística oficial del Ministerio de Fomento.
De esta forma, Madrid ya acapara más de la mitad de las licencias que se contabilizan en todo el país, y por sus calles ya circula un coche de firmas como Uber y Cabify por cada dos taxis.
Esta proporción contrasta con la de un VTC por cada treinta taxis que la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT) establece para conceder autorizaciones a estos dos transportes urbanos.
En cuanto a la Ciudad Condal, a la conclusión del primer trimestre contaba con 2.025 licencias de VTC frente a las 2.283 que tenía al cierre de 2018, antes por tanto de que el Govern de la Generalitat aprobara la nueva normativa.
Cataluña es una de las cinco comunidades autónomas que ya han aprobado su regulación regional para este negocio. El resto son Valencia, Baleares, País Vasco y Aragón.
Todas ellas introducen un periodo de antelación para contratar un servicio en coche de VTC. En el caso de Barcelona, esta condición llevó a Uber y Cabify a dejar de operar en la ciudad, si bien esta última plataforma volvió a dar servicio.
El conjunto del sector de los VTC logró 964 nuevas autorizaciones durante el primer trimestre del año, con lo que superó la cota de las 14.000, al sumar un total de 14.089 licencias al cierre de marzo, según la estadística de Fomento. Sólo en este tercer mes del año se concedieron 533 licencias.
No obstante, este aumento de licencias de VTC no responde a autorizaciones dadas por las administraciones, sino a las resoluciones judiciales que se están fallando fruto del vacío legal que el sector registró entre los años 2009 y 2015.
También crecen en el sur
En cuanto a su distribución por provincias, tras Madrid y Barcelona se mantiene Málaga, con 1.357 licencias, una por cada dos taxis, por delante de Sevilla con 214, una por cada nueve taxis, y las islas Baleares, con 212, una por cada once taxis.
En el caso del País Vasco, este sector suma 441 de licencias repartidas en las tres provincias, lo que arroja un ratio de un vehículo de ese tipo por cada catorce taxis.
Al cierre del primer trimestre del año, Soria, junto con Las Palmas y Tenerife, figuraban como las provincias donde no opera ni un sólo vehículo de VTC, mientras que en Zamora y Palencia sólo hay uno, en Jaén se contabilizan cuatro, en Albacete cinco y en Huesca, seis.
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