Las agencias de viajes deben negociar un nuevo convenio para 2023. Como también ocurre en el sector de los grandes almacenes, uno de los puntos más relevantes a debatir será el salario de los trabajadores del sector, que lleva congelado toda la pandemia con motivo de la histórica caída de ventas que vivieron las agencias durante esos meses. No obstante, la situación ahora es diferente.
En concreto, las agencias de viajes firmaron su anterior convenio hasta el 31 de diciembre de este año, pactando en él con los sindicatos que no habría subida salarial ni en 2020 ni en 2021 y, de haberla en 2022, sería un incremento del 1% si la cifra de negocio superaba la de 2019, algo que según las últimas previsiones no parece que vaya a ocurrir aún. Así, y aunque en verano por ejemplo sí se han vendido tantos viajes como en el último verano prepandemia, no ocurrió lo mismo al inicio de año, por lo que las empresas esperan un cierre de ejercicio por debajo de entonces. Cabe destacar que hasta que se aprobó este último convenio las agencias continuaban bajo el paraguas del prorrogado desde 2018.
La recuperación turística vivida desde Semana Santa, no obstante, abre la puerta a los sindicatos a pedir una subida salarial para estos trabajadores si las ventas se mantienen estos meses. "Los datos aportados desde el propio sector apuntan a este 2022 como el año de la recuperación. Aprovechamos para recordarles que las plantillas tenemos nuestros sueldos congelados desde el ya lejano 2018", apuntan desde CCOO, que insisten: "En la negociación del convenio, no aceptaremos propuestas que no incluyan una actualización salarial real y verdadera".
Para este sindicato, las plantillas de las agencias de viajes "estamos perdiendo capacidad económica, y por ello debemos ligar las urgentes actualizaciones económicas que se acuerden en el convenio a la evolución del coste de la vida".
Por su parte, fuentes de Fasga, el sindicato mayoritario del sector, comentan a Vozpópuli que "esperarán" a la entrada del otoño para cerrar sus propuestas para el convenio. "Con los salarios congelados, veremos qué tal van las ventas a partir de este mes para ver en qué posición estamos", resumen estas fuentes.
La patronal que estará al otro lado de la mesa, Ceav, afirma que, de cara a los próximos meses, "hay duda e incertidumbre de si los efectos de la guerra y la inflación pueden repercutir en el volumen de reservas". Como reconoce en conversación con este periódico su presidente, Carlos Garrido, a pesar de haber podido 'esquivar' hasta ahora la inflación -por la contratación año a año- "a partir de ahora los precios empezarán a repercutirse".
Más allá de las agencias: los sindicatos protestan
Con todo, tanto Fasga como CCOO han convocado por separado movilizaciones para pedir la subida de salarios generalizada. En el caso de los primeros, formarán parte de las concentraciones convocadas el 6 de octubre bajo el lema Recuperar el poder adquisitivo YA, frente al Ministerio de Trabajo y las delegaciones del Gobierno de toda España y al lado de otros sindicatos como Fetico, USO o Satse. Además, tienen prevista una manifestación en Madrid el día 22 del mismo mes.
CCOO y UGT, por su parte, han anunciado este mismo miércoles su calendario de protestas para los próximos meses ante el estancamiento de las negociaciones con la patronal para lograr una subida salarial. La primera concentración será el 7 de octubre ante las sedes de todas las organizaciones empresariales del país, seguida de asambleas informativas en las empresas entre el 14 y el 28 de octubre, y terminarán con una "gran manifestación" para el 3 de noviembre también en la capital.
Ambos sindicatos han advertido a la CEOE de que cuando vuelvan a sentarse en esa mesa de diálogo esperan nuevas propuestas por su parte, al tiempo que han anunciado que las propuestas sindicales se adecuarán "a la nueva situación inflacionaria". En concreto, CCOO y UGT apuestan por fijar la horquilla de subida salarial entre el 3,5% y el 4,5%.