Las alertas alimentarias han dejado de acaparar titulares, pero no por ello han dejado de ocurrir. Todo lo contrario. Este verano ha sido de récord en este sentido, pues se ha alcanzado el máximo histórico desde que se comenzaron a recopilar los datos de manera sistemática. En concreto, sólo en los meses de julio y agosto se registraron 807 alertas en productos alimentarios, según los datos que se desprenden del sistema RASFF (Rapid Alert System Feed and Food), el mecanismo de la Unión Europea para el control de los alimentos y los piensos en todo el territorio comunitario.
Con estos datos, el número de alertas alimentarias bate un nuevo récord este verano. En 2023 se registraron 790 alertas en todas las categorías que se recogen en el sistema; en 2022 fueron 665; 778 en los meses de verano de 2021 y 544 en julio y agosto de la pandemia.
Cabe destacar que los meses de verano de este 2024, el 90% de las alertas (736) forman parte de la categoría 'Food' (comida), y solo un 10% pertenecen a los niveles de animales vivos, alimento de animales o materiales en contacto con alimentos).
Entre otros muchos problemas, se ha detectado la posible presencia de fragmentos de vidrio en tinto de verano procedente de España, la bacteria de listeria en pechuga de pato ahumada procedente de Bélgica, huevos contaminados con salmonela o superación del límite permitido de sulfitos en gambas de Marruecos.
Alertas de riesgo serio
No todas las alertas tienen el mismo nivel de riesgo. Sin embargo, es preocupante que el 45% de las mismas las califiquen como preocupantes. La UE establece cinco niveles de peligro: alertas sin riesgo, sin peligro, de riesgo potencial, potencialmente serio y serio.
369 de ellas forman parte de esta última categoría, la más preocupante. Es decir, que casi en el 46% del total, la UE ha considerado que se podía considerar como de nivel grave. Por otro lado, 125 son potencialmente serias, 149 riesgo potencial, 82 no son serias y sólo en 27 se ha determinado que no hay ningún peligro.
Si centramos el tiro en España, uno de los países más perjudicados por el papel que juega en la alimentación europea y por ser uno de los pasos con otros países, el mapa que se dibuja es bastante similar al del total europeo.
En nuestro país se han registrado estos dos meses de verano 43 avisos alimentarios. 19 de ellos han sido catalogados como serios, por lo que, en una línea muy parecida al resto de Europa, un 44% de los casos son graves. Cabe destacar que el dato se extrae del país donde se ha notificado el aviso, pero no quiere decir que estas 43 negligencias se hayan realizado en España, solo que se han detectado aquí.
Un año de récord para las alertas alimentarias
La mitad del año ya ha finalizado y 2024 ya se ha posicionado como un año récord. En lo que llevamos de año se han detectado en el territorio de los 27 3.791 alertas alimentarias, un 13% más que en el mismo período de 2023. Esta cifra corresponde a las alertas registradas desde el 1 de enero hasta el 25 de septiembre, día en que se ha realizado este análisis.
Sólo comparándolo con el mismo período del año anterior ya es grande la diferencia, ya que entonces se registraron 3.336 alertas alimentarias. Es, por ahora, el año que más avisos alimentarios se han registrado desde 2020, año en el que comenzó a sistematizarse la publicación de las alarmas en la página web.
Aquel año de la pandemia se registraron desde el 1 de enero hasta el 15 de septiembre 2.297 alertas. Es decir, desde entonces las alarmas de este tipo han aumentado un 65%. Durante los años siguientes el número de avisos alimentarios se mantuvo en un rango muy parecido: 3.213 en 2021, 3.187 en 2022 y 3.336 en 2023.
