Banca

La banca estudia nuevas prejubilaciones en 2025 para ahorrar costes en la era de tipos más bajos

La presión sobre las cuentas volverá el próximo año tras tres ejercicios de beneficios récord. BBVA concentraría los ajustes si triunfa en su intento de compra del Sabadell.

Banco de España
Fachada del Banco de España.

La banca tendrá que activar otra vez los ahorros de costes. Tras tres años consecutivos batiendo récords de resultados aprovechando la inercia de los tipos altos, las entidades ya estudian planes de prejubilaciones para 2025 una vez que se consume el cambio de ciclo, según trasladan a Vozpópuli distintas fuentes financieras. No seguirán estrategias de prejubilaciones masivas, pero planean volver a poner en marcha este tipo de medidas para equilibrar la caída de ingresos con menores costes.

El aumento del margen de interés ya ha tocado techo, como asumen los equipos directivos de los grandes bancos. El Banco Central Europeo (BCE) acaba de aplicar la segunda rebaja del precio oficial del dinero y ya se apunta en el mercado a un repliegue más agresivo de la política monetaria antes de final de año.

"El ciclo histórico de subidas de tipos ha frenado los ajuste de plantilla en los últimos tres años. Los últimos grandes ERE fueron en el Covid y tras las fusiones entre CaixaBank-Bankia y Unicaja-Liberbank

La facilidad de depósitos, de referencia ahora para el BCE, está en el 3,5% y los equipos financieros esperan que se sitúe cerca del 2,5% a finales del 2025. En 2024, los bancos aún todavía prevén lograr beneficios históricos porque los cambios en la estrategia de Fráncfort suelen tardar entre 12 y 18 meses en surtir efecto.

Demanda embalsada

Con este telón de fondo, como señalan fuentes próximas a las entidades, se da por hecho que se tendrán que reactivar las prejubilaciones, que contarían con el aval de los sindicatos, que reconocen que existe plantilla con más de 55 años que estaría dispuesta a salir de las entidades con condiciones similares a los anteriores Expedientes de Regulación de Empleo (ERE).

De hecho, con la era de tipos altos, los últimos grandes ajustes de empleo en la banca se remontan a la pandemia. En ese momento, las fusiones fruto del Covid (la de CaixaBank-Bankia; y la de Unicaja-Liberbank) propiciaron un ajuste de 8.000 puestos de trabajo, aunque Santander y BBVA también recurrieron a sendos ERE al esgrimir la caída de ingresos por la pandemia.

Josep Oliu, Ana Botín y Carlos Torres.

El foco, según las fuentes, se volverá a poner en servicios centrales, donde hay un remanente de empleados con más de 50 años. Kutxabank ya anunció a inicios de este año que estudiaba prejubilaciones, y en el sector se apunta también a Santander y BBVA.

"BBVA ha anunciado ahorros de costes en personal de 300 millones si fusiona el Sabadell, lo que implicaría el despido de unos 4.000 empleados, que se centrarían en prejubilaciones

En el primer caso, se prejubilaron más de 500 empleados en 2023, el último ejercicio completo disponible, mientras que en el grupo de La Vela prácticamente no se han acometido este tipo de medidas en los últimos años, al margen del último ERE.

Indecisión en BBVA

En el caso de BBVA, además, tendría que afrontar el ajuste de plantilla si finalmente logra hacerse con el Sabadell. Todo apunta a que la operación rompa sus plazos y se dilate hasta los primeros meses de 2025. En dicho momento, los accionistas del banco catalán tendrán que decidir si aceptan la oferta de canje propuesta (de una acción nueva de BBVA por 4,83 títulos del Sabadell).

Aunque el grupo de La Vela está convencido de que Competencia acabará aprobando la opa en primera fase y eso adelantaría el marco temporal. En cualquier caso, la cúpula de BBVA ya hace números y espera obtener unos 300 millones de euros en ahorros de coste de personal tras la fusión. Planea cerrar 300 oficinas, un 4% de la red conjunta que sumarían ambas entidades. Para lograr los ahorros previstos, se estima que el banco tendría que despedir a unas 4.000 personas, para lo que se centraría en prejubilaciones.

Se abre un nuevo escenario para los bancos tras el viento a favor de los tipos. Ahora, el sector se prepara para recrudecer la guerra de las hipotecas para captar negocio y compensar la caída de ingresos de los próximos trimestres. Está por ver si también se ve obligado a competir más por los depósitos para financiar la demanda de crédito, como anticipa el BCE ante la retira masiva de liquidez en 2025.

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