"El mensaje ha llegado alto y claro a Wall Street". Lo comenta, de forma anónima y con conocimiento de causa, un empresario muy vinculado a inversores de origen judío. El "mensaje" en cuestión es el reconocimiento del estado palestino por parte del Gobierno. Y tendrá repercusiones directas no sólo en las relaciones comerciales con Israel, sino también sobre las decisiones de inversión que se adoptan al otro lado del Atlántico.
En Estados Unidos tiene base el 'lobby' económico judío más potente del planeta. Fuentes bien conectadas con esa comunidad aseguran que la escalada de presión sobre Israel está derivando en una "tolerancia cero" hacia las 'afrentas' como la perpetrada por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Que grandes fondos de inversión con conexiones judías tengan esa percepción es una mala noticia para España, cuya economía ya está sufriendo, precisamente, un problema de inversión. "La comunidad está muy preocupada. Lo que están sufriendo los israelíes en este país ya son más que brotes de antisemitismo. La animadversión es evidente y la campaña mediática no es en absoluto ecuánime", aseguran las mismas fuentes.
De entrada, las empresas que exportan a Israel dan por hecho un batacazo de las relaciones comerciales por el grave conflicto diplomático. Ya detectaron un cambio preocupante de tendencia en el último trimestre de 2023, coincidiendo con el inicio del conflicto por el ataque terrorista de Hamás. En 2022, las exportaciones españolas a Israel rozaron los 2.200 millones de euros. Un año después, cayeron a 1.900 millones.
El descenso se concentró en el último trimestre, en pleno deterioro de las relaciones diplomáticas entre ambos países. El problema es que la tendencia siguió agudizándose en el arranque de este año. El Club de Exportadores e Inversores Españoles advirtió recientemente que los intercambios "se están deteriorando a un ritmo progresivamente acelerado". La organización aporta un botón de muestra: las exportaciones a Israel se desplomaron un 35,6% en febrero, respecto al mismo mes de 2023.
Entre las empresas exportadoras hay consenso a la hora de pronosticar un empeoramiento de esa tendencia. El alcance se conocerá a medio plazo. Fuentes empresariales señalan, por un lado, que el Gobierno israelí controla empresas estratégicas y puede adoptar decisiones en contra de los intereses españoles (por ejemplo, en materia de aprovisionamientos o contratos públicos).
Por otro, recuerdan el aspecto más amenazador: "Lo que está ocurriendo va mucho más allá de las fronteras de Israel. Todos sabemos el poder que tiene la comunidad judía en Estados Unidos. Pueden ejercer influencia desde en la compraventa de deuda soberana de un país hasta en la inversión en empresas". Los empresarios que conocen de cerca esa comunidad aseguran que los brotes de antisemitismo en todo el mundo están propiciando que "los inversores judíos estén haciendo cada vez más negocios entre ellos".
Fondos con raíces en Israel
Es conocido, pero en las circunstancias actuales conviene recarcarlo: el estadounidense BlackRock está presente en 17 de las 35 empresas del Ibex, gestiona 42.000 millones en activos en España y tiene participaciones relevantes en gigantes como Iberdrola, Santander, Repsol, BBVA o Telefónica". El fundador del fondo estadounidense es Larry Fink, el máximo exponente del poder financiero judío en el mundo.
Blackstone es otra gran referencia. Está liderado por Stephen A. Schwarzman y posee más viviendas que ningún otro fondo de inversión en nuestro país (más de 40.000). Hay otros muchos ejemplos, como Ray Dalio (Bridgewater), Jamie Dimon (JP Morgan), Jane Fraser (Citi) y, por supuesto, David Solomon (Goldman Sachs, el banco de inversión con las mayores raíces judías).