Buenas noticias para los hipotecados tras las vacaciones. El Banco Central Europeo (BCE) ha retomado la senda de recortes de los tipos de interés tras la pausa de julio y ha decidido aplicar otro recorte de 0,25 puntos, hasta el 4%. Devuelve el precio oficial del dinero a niveles de junio de 2023, en pleno rally para atajar la inflación.
Esta segunda rebaja en cuatro meses aliviará el bolsillo de los hipotecados en más de 1.000 euros al año. Para una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años, con un diferencial de 1%, la cuota se reducirá en algo más de 90 euros al mes.
“Sobre la base de la evaluación actualizada del consejo de gobierno de las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, resulta apropiado ahora dar un paso más en la moderación del grado de restricción de la política monetaria", ha justificado el consejo de gobierno del BCE.
El tipo de interés de las operaciones principales de financiación se reducirá al 4%, aunque la referencia que usará a partir de ahora el eurobanco será la tasa de la facilidad de depósito, que cae al 3,50%. Se trata de un ajuste técnico en la política monetaria anunciado en marzo y que se aplicará a partir del 18 de septiembre.
"Se espera que la inflación vuelva a aumentar en el tramo final de este año, debido en parte a que los acusados descensos anteriores de los precios de la energía desaparecerán de las tasas anuales", avisa el banco central.
En Fráncfort se quiere adaptar el marco de los tipos al nuevo paradigma del sector bancario, que goza de exceso de liquidez desde hace años. Por este motivo, pondrá el foco en el interés que paga a las entidades, la conocida como facilidad de depósito. Desde hace tiempo esta tasa es la referencia utiliza por los inversores.
Es más, el ajuste técnico implicará una rebaja ‘no oficial’ del interés de las operaciones principales de financiación del 4% al 3,65% en una semana tras la decisión del BCE de estrechar la brecha entre las tres tasas de referencia. De esta forma, quedará casi al mismo nivel que la facilidad de depósito (3,5%).
Más inflación subyacente
Los expertos del BCE han mantenido sus previsiones de inflación. Siguen pensando, como en junio, que se sitúe, en promedio, en el 2,5% en 2024, el 2,2% en 2025 y el 1,9% en 2026. "Se espera que la inflación vuelva a aumentar en el tramo final de este año, debido en parte a que los acusados descensos anteriores de los precios de la energía desaparecerán de las tasas anuales", advierte el eurobanco, que anticipa una disminución gradual hasta el objetivo del 2% en la segunda mitad del próximo año.
En relación con la inflación subyacente, las proyecciones para 2024 y 2025 se han revisado ligeramente al alza, dado que la inflación de los servicios ha sido "más alta de lo previsto". Al mismo tiempo, los expertos siguen esperando un rápido descenso de la inflación subyacente, desde el 2,9% este año, hasta el 2,3% en 2025 y el 2,0% en 2026.
Sin dudas en su meta
El BCE reactiva los recortes tras detectar que la economía sigue sufriendo las consecuencias de una política monetaria restrictiva. De hecho, los expertos del banco central empeoran en una décima las estimaciones de crecimiento hasta 2026. Ahora, proyectan una tasa de crecimiento económico del 0,8% en 2024, que aumentará hasta el 1,3% en 2025 y el 1,5% en 2026. "Una ligera revisión a la baja respecto a las proyecciones de junio debida fundamentalmente a una menor contribución de la demanda interna en los próximos trimestres", apunta.
Para despejar cualquier atisbo de duda, el banco central garantiza que tiene "la determinación de asegurar "que la inflación vuelva a situarse "pronto" en su objetivo del 2% a medio plazo, y mantendrá los tipos de interés oficiales "en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario para lograr ese objetivo". Retoma, pues, los recortes de los tipos, pero se guarda la bala de volver a endurecerlos si la crisis de precios no termina de corregirse.
