El Gobierno solo ha gastado hasta junio (últimos datos conocidos) 3.699 millones de euros de los 35.835 habilitados de fondos europeos para todo el ejercicio. Lo que significa que se ha producido una evidente parálisis en la utilización de los Fondos Next Generation (Mecanismo de Recuperación y Resilencia), que se supone destinados a relanzar la economía y cambiar el modelo de crecimiento, ya que la liquidación se ha situado en el 10,3% frente a 17% de los años precedentes en esta misma fecha. Hace un año, las obligaciones reconocidas netas de gasto fueron de 5.917 millones, con un crédito definitivo del año de 35.745 y de 4.755 millones en 2022, con un presupuesto anual de 28.273. Este bloqueo se debe a la situación de incertidumbre política, a las dificultades de gobernar en minoría y al aumento de los problemas del Ejecutivo a la hora de crear y adjudicar programas de gasto, sobre todo en materia de transferencias de capital, ya que solo se han asignado 3.253 millones (16,5%) en este periodo de los 18.623 fijados para el ejercicio. Mientras, en el capítulo de inversiones reales solo se han ejecutado 192 millones (8,5%) de los casi 2.300 habilitados y en el de activos financieros (préstamos) el grado de ejecución es de 20 millones (0,2%) de los casi 13.000 habilitados en el ejercicio. Y son los ministerios inversores (Industria, Transformación Digital, Transición Ecológica, Economía, Vivienda y Transportes), los encargados de elevar el potencial de crecimiento de la economía, los más afectados por este llamativo retraso.
Por ministerios, llama la atención que Economía solo ha ejecutado 600.000 euros de los 3.830 millones asignados mientras que Ciencia, Innovación y Universidades ha gastado hasta junio 300.000 euros de los 912 millones habilitados y Juventud e Infancia no ha empleado un solo euro de los 170 millones consignados. En porcentaje, estos tres departamentos se sitúan por debajo del 1% de liquidación, lo mismo que Derechos Sociales (0,4% frente al 9,7% de hace un año) y Educación (0,3% frente al 14,6% de junio de 2023). Y no llegan a ese 10,3% de media: Política Territorial (2,8%); Transformación Digital (6,1%), que ha gastado hasta junio 424 millones de los 6.909 habilitados; Industria (6,1% frente al 22% del ejercicio anterior), que ha adjudicado 483 millones de los 7.889 de que dispone; Hacienda (7,2% frente al 83% de junio del año anterior); Transportes (7,9% frente al 15% en 2023), que solo ha empleado 202 millones de los 2.566 de que dispone en el ejercicio; Vivienda (7,9%), que ha usado 216 millones de los 3.449 habilitados; Defensa (8,8%), que solo ha consumido 41 de los 466 millones consignados; Interior (9,6%); y Exteriores (9,7%). Es decir, hay 14 ministerios que ni siquiera han cumplido ese 10% hasta junio.
Cerca de este bajo porcentaje de realización se sitúan Inclusión y Seguridad Social (12,3% de ejecución) y Agricultura (12,3%). En el entorno del 20% se encuentran Presidencia y Justicia (20,8%) y Cultura (22,3%). Trabajo alcanza el 29% mientras que Transición Ecológica se sitúa en el 32% con un gasto de 1.734 millones frente a los 5.356 disponibles en el ejercicio. Y por encima del 50%, que correspondería a la media del año en junio, solo aparecen Igualdad (58%) y Sanidad 62%, aunque sus presupuestos en términos absolutos no son significativos.
Por programas llama la atención el baile de modificaciones de créditos al alza, como consecuencia de un aumento de 11.000 millones del gasto inicial previsto hasta esos 35.837 millones de créditos definitivos, aunque también se han producido reducciones en algunos departamentos. Por ejemplo, los créditos totales para todo el año de Economía han aumentado un 228% y un 173% en Defensa mientras que los de Ciencia e Innovación han bajado un 48% y un 29% los de Educación. Destacan además las cancelaciones de los presupuestos destinados a los Programas de Rehabilitación de Edificios en el ministerio de Transición Ecológica (300 millones) así como el de Desarrollo de Energías Renovables en la Edificación (780 millones) y, por ejemplo, el de Hidrógeno Renovable: un Proyecto de País (673 millones).
También llama la atención la reducción a la mitad (hasta junio no se había gastado un solo euro) del Programa de Impulso la Competitividad y Sostenibilidad Industrial del ministerio de Industria (hasta 550 millones frente a los 1.000 previstos inicialmente) o al de Crecimiento de las Pymes (se ha quedado en 88 millones frente a los 198 iniciales). Destaca además la minoración del Programa de Reestructuración del Ecosistema de Acuíferos de Transición Ecológica de 493 millones a sólo 195 millones (hasta junio no se había generado gasto alguno) así como la del Plan de Digitalización e Innovación I+D+I+Digitalización del ministerio de Transformación Digital, que ha pasado a 302 millones de presupuesto frente a los 1.322 iniciales. En todo caso, hay multitud de programas que no se han iniciado en los seis primeros meses del año o su grado de ejecución es muy bajo.
Transportes, el ministerio inversor por excelencia, es el que tiene más “abandonado” los programas que debería relanzar con los fondos europeos. Por ejemplo, de los 706 millones de gasto previsto del Programa de Zonas de Bajas Emisiones para el Transporte Urbano y el Metro, sólo ha utilizado el 3,3% en los seis primeros meses del año (23 millones); de los 654 millones del Plan Europeo de Transporte, ha liquidado 50 millones (4,4%); de los 363 millones destinados a Actuaciones de Mejora de Calidad y Fiabilidad de los trenes de Cercanías, ha ejecutado 18 millones (5%); de los 237 millones de la Red Nacional de Transportes: Corredores Europeos, ha asignado 4 millones (1,7%); de los 321 millones del Plan de Inversión e Intermodalidad y Logística, ha asignado 87 millones (27%); y, por ejemplo, de los 222 millones del Programa de Apoyo al Transporte Sostenible y Digital (cadena logística), sólo ha realizado 6,5 millones (2,9%).
En Industria, no se han iniciado los Programas de Impulso a la Competitividad y Sostenibilidad Industrial (más de 1.500 millones previstos). Lo mismo ha sucedido con los de Crecimiento e Innovación en las Pymes (190 millones); el del PERTE Chip de Fortalecimiento de los Semiconductores (200 millones); el de Subvenciones para Proyectos Estratégicos de Vehículos Eléctricos (1.200 millones); o los Programas de Inversiones en Subvenciones y Préstamos para la Descarbonización Industrial (casi 850 millones). Mientras, de los 515 millones del Programa de Transformación del Modelo Turístico hacia la Sostenibilidad, sólo se ha cumplido el 2,4% del gasto previsto (12 millones). Tampoco se han activado los Programas del ministerio de Transición Ecológica de Reestructuración de los Acuíferos (195 millones), así como el de Actuación sobre la Eficiencia del Agua (190 millones), el de Transformación Digital de las Infraestructuras del Agua (406 millones) o el de Infraestructuras Eléctricas (577 millones) mientras que el de Gestión Forestal Sostenible sólo se ha cumplido en un 4% (900.000 euros).
En Ciencia e Innovación, están paralizados los libramientos para la Agencia Internacional de Investigación (324 millones), ni los Programas sobre la Inteligencia Artificial, ni los PERTE Chip relacionados con la supercomputación. En Economía, están también sin activar los Fondos de Resilencia Autonómica (1.350 millones) así como los del ICO de Apoyo a las Infraestructuras de Empresas (1.100 millones) y de Apoyo a las Pymes del Comercio y el Turismo (408 millones) o los destinados a la Coinversión en Pymes (950 millones).
Y, por ejemplo, en Transformación Digital apenas registran actividad alguna los fondos europeos previstos. Así, no hay noticia alguna de la ejecución de los 372 millones del Programa de Préstamos para la Digitalización; ni de los 1.700 millones de los Fondos para Startups Tecnológicas; ni de los 570 millones del Fondo Spain Audiovisual Hub Perte Nueva Economía de la Lengua; ni de los 1.641 millones del Perte Chip de Incremento de la Capacidad Fablees; o de los 675 millones del Programa de Despliegue 5G de Redes. Mientras, en Vivienda sólo se ha ejecutado en los seis primeros meses del año 205 millones (7,5%) de los 2.738 de gasto asignado en Rehabilitación y Recuperación de Entornos Residenciales y sólo se ha utilizado 68 millones (9,6%) de los 705 destinados al Programa de Construcción de Viviendas de Alquiler. Todo ello siembra muchas dudas sobre el grado de eficiencia y aprovechamiento de la utilización de estos fondos para la economía española.
