Las discrepancias entre los sindicatos de la empresa pública Correos y su dirección han alcanzado su punto álgido en la primera jornada de huelga desarrollada este miércoles, la primera de tres convocadas, en la que ha habido choque de cifras, de declaraciones y de puntos de vista.
Los sindicatos UGT, CCOO y CSIF ya amenazaron con paralizar el servicio postal el pasado 22 y 23 de diciembre, pero finalmente desconvocaron la huelga para evaluar las negociaciones con la dirección de la entidad pública, que preside Juan Manuel Serrano.
Cinco meses después, CCOO y UGT convocaron estas tres jornadas de huelga, de las que la primera, según sus datos, ha tenido un seguimiento inicial del 80 % de la plantilla en el turno de noche y del 90 % en el matinal.
UGT ha comentado al respecto que solo en el centro de Vallecas (Madrid) de los 118 empleados del turno de noche han acudido a sus puestos 18 personas, mientras que CCOO ha indicado que Correos se ha visto obligado a paralizar las rutas de transporte en 22 centros de toda España.
La empresa, por su parte, califica de "falsas" las cifras y ha asegurado en un comunicado que solo el 11,85 % de la plantilla del turno de noche ha secundado la convocatoria de paros.
A mediodía, los sindicatos convocantes han reunido a cerca de 3.000 empleados de Correos que se han manifestado en Madrid en contra de la directiva de la empresa y su forma de gestionar la transición en el servicio postal.
En medio de la discrepancia de cifras entre sindicatos y empresa por el seguimiento de la huelga, los manifestantes pasearon por el centro de Madrid sus reivindicaciones.
La movilización, con final en los aledaños del Congreso de los Diputados, se convirtió en una "marea amarilla" de camisetas con ese color corporativo, en las que se podía leer "stop al desgüace, por la viabilidad del correo público", de gorras y de cientos de globos amarillos de gas con el eslogan "salvemos al servicio postal".
Los portavoces de UGT y CCOO han asegurado que, en la primera noche de huelga, los centros de tratamiento "entraron en caos", en tanto que la dirección de la empresa ha asegurado a EFE que la actividad "se está desarrollando con normalidad y sin incidentes".
Venidos a la capital en autobuses desde diversos puntos de España, los manifestantes reivindicaron un servicio postal "útil, público y con planes que afronten con eficacia el desafío" del descenso de la carta y del incremento del comercio electrónico y la paquetería.
La caída del envío de carta
El descenso en los envíos de cartas es progresivo en detrimento de la venta electrónica y la paquetería, que es en lo único en lo que coinciden empresa y sindicatos, no así en la estrategia para afrontar esta transformación.
La empresa que dirige Serrano ha insistido hoy en que no está cerrando oficina ni centro de distribución alguno y ha reiterado que está adecuando la estructura de distribución "para ser más eficientes, sin merma de la calidad".
Ese hecho lo ha calificado como "una obligación como operador público y no produce ningún desmantelamiento ni debilitamiento del servicio de Correos en España".
El secretario del sector Postal de UGT, José Manuel Sayagués, ha opinado que la reforma del correo "es un modelo país y no se puede abordar como si fuera una empresa convencional".
Correos ha subrayado que no existe plan de privatización, que no existe un trasvase de actividad a su filial Correos Express y que no está cerrando oficinas o centros de distribución.
Para UGT y CCOO la gestión del actual presidente de Correos "es nefasta" y se muestran convencidos de que está llevando a la mayor empresa pública de España "a un punto crítico de difícil retorno si no se toman medidas".
Deterioro del servicio público, agujero económico, recorte de plantilla y precariedad del empleo sin precedentes son las acusaciones que hacen los sindicatos.
Números "absolutamente inaceptables"
El portavoz de CCOO Regino Martín, ha calificado los números de Correos como "absolutamente inaceptables" y ha recordado que en 2020 perdió 264 millones de euros, 100 millones un año después y en los cinco meses de este año "hay un desfase financiero de 200 millones", ha insistido.
Para el sindicalista "existe un estado de quiebra técnica" en Correos, en tanto que el portavoz de UGT ha subrayado que en los últimos cuatro años "se ha desmantelado y debilitado el conocimiento profesional y ahora la empresa está mas cerca de la ruina".
Las formaciones sindicales han solicitado al Gobierno que "adopte decisiones que frenen" la situación en la empresa.