Los contratos fijos discontinuos, la nueva fórmula para la temporalidad que promueve la reforma laboral, están ganando peso y en marzo supusieron ya uno de cada cinco contratos indefinidos creados (513.677). El 30,7% de los contratos firmados el pasado mes fueron indefinidos (tanto de nueva creación como conversiones de temporales), una cifra récord que el Gobierno ha destacado como logro de su reforma en la presentación de las cifras de empleo del último mes.
Sin embargo, los datos también desvelan que una parte importante de este crecimiento en la contratación indefinida se debe a la modalidad del fijo discontinuo, pensada para trabajos estacionales o de temporada (como el turismo o la agricultura), con épocas de parón en los que los empleados dejan de trabajar y tienen que recurrir a la prestación por desempleo. De hecho, la única diferencia con los temporales es que estadísticamente son considerados como indefinidos y, por ende, tienen derecho a una indemnización por despido mayor.
En concreto, en marzo el Ministerio de Trabajo y Economía Social registró 106.002 contratos fijos discontinuos de un total de 513.677 contratos indefinidos. Es decir, que representan ya un 21%. De hecho, la cifra de contratos firmados bajo esta modalidad se duplicó en cuestión de un mes (+123%), según se desprende de las estadísticas que elabora el Ministerio a través de los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
En febrero, el Ministerio registraba 47.588 contratos fijos discontinuos, un 15% del total de los contratos indefinidos (316.841). Entonces ya se habían triplicado respecto a los niveles precovid (febrero de 2020) y habían ganado peso en el empleo indefinido creado (en aquel momento apenas suponían el 9%). La variación mensual respecto a enero fue del 80%, pues en el primer mes de enero ya se inició esta tendencia al alza con 26.426 nuevos fijos discontinuos, un 58% más que en diciembre.
La reforma laboral que el Gobierno aprobó a finales del año pasado con el acuerdo de patronal y sindicatos entró en vigor por completo el pasado 31 de marzo. Desde el pasado viernes, las compañías ya no pueden suscribir ningún contrato por obra y servicio, también muy habituales en el sector de la agricultura y de en la construcción, y se limita el relativo a circunstancias de la producción. Por contra, la nueva regulación amplía los casos en lo que se puede aplicar la figura del fijo discontinuo, pudiendo acogerse ahora los trabajos en contratas administrativas o mercantiles.
A través de esta fórmula el Gobierno pretende canalizar parte del empleo temporal hacia el indefinido y reducir así la "precariedad" perceptible de los contratos por obra y servicio o del contrato por circunstancias de la producción. No obstante, el fijo discontinuo sigue siendo suspendido en periodos en los que no hay actividad y, por tanto, puede considerarse un simple 'barniz' de ese empleo precario e intermitente.
En cualquier caso, aunque los contratos temporales crecen a un ritmo inferior que los indefinidos, que han pasado de representar el 15% del total en marzo de 2021 al 30,7% un año después, los primeros siguen siendo la principal modalidad del mercado laboral español. En el último mes, 1,16 millones de 1,67 millones de contratos realizados eran temporales. Es decir, que aún representan el 69,3% del total de contratos creados en ese mes.
El Gobierno niega la permanencia de la temporalidad
Al ser preguntado sobre la posibilidad de que los nuevos contratos indefinidos tengan una duración reducida, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, aseguró este lunes que "un contrato fijo está destinado a durar lo máximo posible" y "no parece que las empresas vayan a usarlos para hacerlos concluir rápidamente o ser sustitutivos de la contratación temporal". "No hay ningún motivo para entender que estos contratos indefinidos vayan a ser breves, porque la protección frente a la extinción de los contratos es mucho mayor", añadió.
El Gobierno destaca en su nota de prensa que desde el mes de diciembre, con la entrada en vigor de la reforma laboral, el porcentaje de contratación indefinida sobre el total de contratos se ha triplicado; y, precisamente, el porcentaje de contratos indefinidos aumenta, especialmente, en construcción y servicios. Comparado con marzo de 2019, se han realizado 334.000 contratos indefinidos más y 372.000 contratos temporales menos.
Sin embargo, además de los fijos discontinuos, los datos del Ministerio muestran que los contratos indefinidos de jornada parcial también han ganado fuerza. Estos suman ya 146.853 tras crecer un 54% en marzo respecto a febrero y representan el 29% de los contratos indefinidos. Finalmente, el empleo que podría considerarse de mayor calidad, aquel que es indefinido y a jornada completa, alcanza 260.822 contratos, con un crecimiento intermensual del 50%.
Tras conocerse los datos, Cepyme alertó este lunes de que las empresas mantienen un "elevado grado de incertidumbre" y "preocupantes riesgos" por la guerra en Ucrania. Además, los cambios introducidos sobre el despido de las empresas que sufran las consecuencias de la crisis energética y el conflicto y se acojan a las ayudas del Gobierno generan "una inseguridad jurídica" que "puede retraer sus decisiones de contratación en los próximos meses.