Banca

Francia marca el camino al Gobierno: obligar por ley a los bancos a pagar por los depósitos

La vicepresidenta económica y las patronales bancarias se verán las caras el jueves 29 de junio. La amenaza de medidas intervencionistas sobrevuela otra vez en el sector bancario tras el pacto forzado por las hipotecas.

Se abre un nuevo frente en los bancos españoles. CaixaBank, BBVA y Santander se resisten a pagar por los depósitos pese a que el BCE ha subido los tipos en 400 puntos básicos en un año. Y el Gobierno no ha dudado en poner en el disparadero al sector bancario a pocos días de las elecciones del 23J. Pero, ¿tiene margen de maniobra Calviño o el próximo ministro de Economía para forzar a los bancos españoles a remunerar el tradicional producto de ahorro?.

El modelo a seguir es Francia, siempre y cuando se decante por intervenir en este negocio, como ya ocurrió con el pacto hipotecario. Los bancos del sector bancario francés están obligados por ley a trasladar casi de forma automática los aumentos del precio del dinero tanto en el crédito como en los depósitos, como señalan distintas fuentes financieras.

"Tienen que empezar a pagar ya adecuadamente por los depósitos a los ciudadanos", instó Calviño a BBVA, Santander y CaixaBank.

De hecho, los bancos galos pagan casi tres veces más que los españoles por captar el pasivo de los particulares, según las últimas estadísticas del BCE. El tipo de interés TEDR (Tasa Anual Equivalente sin incluir comisiones) de los depósitos de los hogares españoles a un plazo de hasta un año, los más extendidos, apenas dan una rentabilidad del 1,33%, lejos también del interés que ofrecen las letras del Tesoro a seis y doce meses y que supera el 3%.

En el caso del sector bancario de Francia, se paga un 3,03% por el mismo plazo, mientras que en otros sistemas en los que no se obliga a trasladar de forma automática la política monetaria, como en Italia y en Alemania, se llega a retribuir con hasta el 3,11% y el 2,33%, respectivamente.

Sin depósitos en las oficinas

Pero los bancos españoles, sobre todo por la inexistente oferta de productos en el catálogo de CaixaBank, BBVA y Santander, también remuneran menos que la media de la zona euro, que asciende al 2,27%.

“Tienen que empezar a remunerar adecuadamente los intereses de los ciudadanos", proclamó Nadia Calviño el pasado lunes, en la primera declaración contundente del Gobierno sobre los depósitos.

A días de iniciar la campaña electoral, la vicepresidenta económica metía de esta forma a los bancos en campaña.

Sin ir más lejos, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) investiga este retraso “monotorizando” las informaciones y prácticas comerciales de las entidades, como dijo la presidenta del organismo garante de la competencia, Cani Fernández. Eso sí, admitió que no tiene claro su potestad por falta de herramientas para ahondar en la vigilancia.

"El sector asume con resignación la amenaza de una nueva intervención en otra parte esencial para el negocio"

“Los depósitos subirán, pero no porque lo diga ella (Calviño)”, replicó sin ambages esta misma semana César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell. Los banqueros esgrimen desde hace meses que existe un exceso de liquidez fruto de las facilidades del BCE en la pandemia y que hasta que no drene no se empezará a retribuir.

Cita en rojo en el calendario

Este jueves, 29 de junio, estará marcado en rojo en el calendario de las entidades. Ese día estaba prevista una reunión entre Calviño y las patronales bancarias AEB, CECA y Unacc para revisar el pacto hipotecario. Pero la vicepresidenta está dispuesta a redoblar la presión contra los grandes bancos por los depósitos y pedirá explicaciones por el retraso, como adelantó este lunes y con la intención, como interpretan en el sector financiero, de poner en agenda el nuevo choque con los bancos.

“Nos esperamos de todo”, afirmaban con resignación estos días desde uno de los grandes bancos del Ibex. En cualquier caso, el sector marca líneas rojas a Calviño y, como advirtió José Ignacio Goirigolzarri (presidente de CaixaBank), es cada banco el que fija su política de precios. “Lo contrario, sería una mala práctica sectorial”, avisó. Habrá que ver si tiene recorrido el enésimo enfrentamiento entre el Ejecutivo y los bancos o queda relegado por las elecciones del 23J.

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