Los depósitos en España van a contracorriente de la política monetaria. Cuando el Banco Central Europea (BCE) ya ha iniciado la senda de bajadas de los tipos de interés, la rentabilidad que pagan los bancos a las familias por el tradicional producto de ahorro alcanza su nivel más alto desde hace once años. Una anomalía que parece que se mantendrá en los próximos meses a medida que el eurobanco retira parte del exceso de la liquidez inyectada en la pandemia.
El tipo medio de interés TEDR de los saldos vivos en depósitos de los hogares (la cantidad de ahorro que aún tienen las entidades que remunerar) se situó en el 2,16% en julio, según los últimos registros oficiales del Banco de España. En ese momento, el BCE ya había aplicado el primer recorte del precio oficial del dinero (en junio) y el mercado ya descontaba que continuaría con esta senda tras el parón de agosto.
"El banco online del Santander y Mediolanum conservan ofertas con un interés del 3% para doce meses. A algunos clientes vip se remunera con hasta el 4% en algunas entidades
El sector bancario español no pagaba unos tipos tan altos por el ahorro acumulado de las familias desde noviembre de 2013, cuando empezaba a recuperar la confianza tras el rescate financiero por parte de la Unión Europea. Un año antes, en medio de la crisis del euro, las entidades tenían prácticamente cerrado el mercado de capitales y recurrieron a los depósitos como una vía fundamental para financiarse.
Más del doble que hace un año
El dato de julio además supone casi duplicar el interés al que se remuneraban los depósitos un año antes, que apenas era del 1,26%. En el caso de las empresas, este tipo llega al 3,08% para los saldos vivos, en niveles que no se veían desde mayo de 2009.
Pese al cambio de paso del BCE, la batalla del ahorro se mantiene sobre todo entre los bancos online, que pelean por hacerse hueco entre las entidades tradicionales. Son los casos de Openbank, el banco 100% online de Banco Santander, y Myinvestor (del Grupo Andbank, el Corte Inglés y AXA). En el primer caso, todavía conserva en su catálogo un depósito con un interés de más del 3% a doce meses.
Myinvestor, sin embargo, sí que ha rebajado la rentabilidad por el mismo plazo del 3% al 2,5%, aunque hay otras entidades, como Banco Mediolanum, que también apuestan por captar depósitos con una oferta a contracorriente: un depósito a un año al 3%. Los bancos tradicionales siguen diseñando una estrategia individual para cada perfil de cliente, aunque hay ofertas personalizadas en el mercado que oscilan entre el 2% y el 3%, según fuentes financieras. Incluso para las grandes fortunas se ofrecen rentabilidades cercanas al 4% como medida para retener a los clientes vips.
¿Se intensificará la pelea?
Pero una nueva era se puede abrir para el ahorrador aunque los tipos oficiales empiecen a caer. Una advertencia que lanzó Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, la semana pasada en un foro financiero en Madrid, donde anticipó una nueva fase para la pelea por captar ahorro.
"El BCE dejará de comprar bonos a los Estados, lo que reducirá la liquidez del sistema y podría obligar a los bancos a pagar más por los depósitos, como anticipa Luis de Guindos
La clave será la retirada de la liquidez que ha empezado a aplicar el banco central, sobre todo a partir de enero de 2025, cuando dejará vencer toda la deuda pública que tiene en sus manos (cerca de 400.000 millones en el caso de España) y no volverá a comprar nuevos bonos.
Los bancos, en este nuevo marco, irán necesitando captar fondos de familias y empresas, aunque, como indican fuentes financieras, todo dependerá de si la demanda de crédito termina de despegar.
En cualquier caso, el mayor apetito de los bancos por el pasivo y el cambio de rumbo de la política monetaria están apagando la demanda de las letras, que se convirtieron en el refugio de las familias durante finales de 2022 y 2023 para combatir la inflación. Las insólitas colas de ahorradores a las puertas del Banco de España quedarán en el recuerdo por la nueva era de tipos, que reducirá considerablemente la rentabilidad de las letras de deuda pública.
De hecho, en una de las primeras subastas del Tesoro en septiembre, la rentabilidad de las letras a 12 meses se alejó del 3% y la demanda de las familias cayó a la mitad. Está por ver si se prima de nuevo el ahorro o sigue saliendo más barato endeudarse.
