Macroeconomía

La España de los 17 IPCs: del aceite disparado en La Rioja al ocio caro de Madrid

La falta de competencia, la insularidad y la fragmentación del mercado provocan un comportamiento muy dispar de los precios en función de cada CCAA

Un puesto de embutidos en un mercado de Madrid. EP

La falta de competencia, la excesiva intermediación, la escasa dimensión de los mercados y la insularidad -sin que haya actuación pública alguna- están generando un ‘efecto de singularidad’ de la inflación en las comunidades autónomas y una barrera para su reducción. Galicia es la región en que más sube (cuatro décimas por encima del IPC general, según los últimos datos detallados de mayo) seguida por Castilla la Mancha y la Comunidad Valenciana, mientras que Canarias es dónde menos sube (dos décimas por debajo).

A pesar de que hay un mercado único nacional, cada una tiene un registro distinto de sus precios que en muchos casos no tiene que ver con su particularidad productiva, generación de bienes o el número de establecimientos, produciéndose prácticas de colusión. De aquí se desprende la existencia de acuerdos para aumentar o fijar precios, para reducir la producción o acapararla y almacenarla para que no salga al mercado, bloquear el ingreso de nuevos competidores y repartirse dicho mercado con el objetivo de incrementar los beneficios.

Por ejemplo, el precio del pan y de la carne de ovino en Canarias supera el doble de la media interanual nacional de estos productos; la carne de vacuno llega al triple en Baleares; en Navarra la subida de la carne de ave (pollo) es nueve veces superior y cuatro veces el transporte público urbano; el coste del aceite en La Rioja sufre un incremento de 10 puntos respecto al IPC general; las frutas frescas en Cantabria registran un alza de cuatro puntos respecto a esa media y de cinco puntos es la diferencia del precio de la luz; Madrid lidera la subida regional de la hostelería; la ropa es cinco veces más cara en La Rioja y seis veces más en Murcia el calzado mientras que su educación secundaria se incrementa en dos puntos porcentuales; y el precio del transporte público interurbano es casi cinco veces superior en Cataluña.

En el otro extremo, es más barato el pan en Extremadura;  Madrid es quien tiene precios más bajos en los cereales, luz y combustible, y en la carne de ovino; y lo mismo sucede con el aceite en Cantabria, la ropa de vestir en Baleares y por ejemplo el calzado en Canarias. 

El vaivén autonómico del IPC

Los alimentos básicos, además de la luz y la energía, son los productos que más resisten el repunte inflacionista. El aceite (incluidas las grasas) sube un 45,5% interanual de media nacional, pero en La Rioja el alza es del 55,3% y del 52% en el País Vasco. Mientras, en el otro extremo más ‘barato’, el precio crece un 36% en Cantabria. Es decir, hay una diferencia de casi 20 puntos entre el precio más elevado y el más bajo. Las frutas frescas tienen un incremento medio general del 12,1%, pero en Cantabria y Castilla La Mancha llega al 16% y el coste más bajo lo registra Baleares (8,2%).

Las patatas llegan al 4,4% nacional pero en Canarias alcanzan una subida del 14,5%, mientras que en Asturias tienen una tasa negativa de siete décimas. La carne de ovino llega a casi el 9% nacional cuando en Canarias supera el 19% y el 14% en Cantabria. Sin embargo, en Madrid, centro operativo de los mercados, el alza es sólo del 3,4%. Por su parte, el precio de la carne de porcino en Aragón (6,6%) duplica la media nacional (3,3%) mientras que en Castilla y León sólo sube una décima.

En cuanto a la carne de ave, el precio en Navarra se aproxima al 3% frente al 0,3% nacional, mientras que en Canarias es negativo (-2,5%). Y el alza de la carne de vacuno en Baleares es del 7,6% y curiosamente del 6,3% en Asturias frente a registros negativos de medio punto en Navarra y Murcia.

El precio del pan en Canarias (4%) y en Castilla La Mancha (3,1%) es muy superior al 1,8% de la media nacional mientras que en Extremadura y Asturias su crecimiento es sólo del 0,5%. Resulta también curioso que el pescado fresco y congelado suba un 9,2% en Asturias, con puertos pesqueros, y que en Baleares sea del  -0,4%. Sin embargo, el alza en el marisco y crustáceos es del 4,4% en Baleares frente al 2,4% del IPC general y sólo el 0,8% en Canarias o Aragón.

Los huevos aumentan su coste un 6,5% también en Baleares frente al 1,1% nacional y el -1,5% en Castilla y León. La leche en el IPC general desciende 2,6 puntos pero en Navarra y País Vasco la reducción es apenas de una décima mientras que en Extremadura se aproxima al -4%. Y algo similar sucede con las legumbres y hortalizas frescas: la media nacional desciende en casi un punto, pero el alza en Baleares llega al 5% y a casi el 4% en Navarra mientras que el descenso en Asturias es del -5,2% y del -4,4% en Castilla La Mancha. Además, la subida nacional del azúcar es del 4,5%, pero en Cantabria alcanza el 8,5% mientras que en Aragón sólo es del 1,8%. 

Diferencias en ropa y calzado

Las diferencias de los precios en la ropa y el calzado también son importantes entre las autonomías. Las prendas de vestir de la mujer suben un 1,2% a nivel nacional, pero el alza llega al 5,2% en Navarra, frente al -5,6% en Baleares. Por su parte, las prendas de hombre crecen un 4,6% en La Rioja frente a un crecimiento nulo en el IPC general  y una tasa negativa del -3,9% en Baleares. Y la de niños y bebés aumenta un 8,2% en Murcia frente al 1,7% de la inflación media y la tasa negativa del -0,7% de la Comunidad Valenciana.

En cuanto al calzado, el de hombre sube un 4,3% en Murcia y Navarra frente al 0,7% general cuando en Canarias (-2,8%) el precio es negativo. El de mujer sube en Aragón un 3,5% frente al 0,4% general mientras que en Canarias llega al -3,3%. Y el de niños, en La Rioja llega al 4,5% frente al 0,1% nacional y el -5,4% en Cantabria. 

La ‘singularidad’ de los precios autonómicos se produce también en otras rúbricas. La luz y los combustibles suben un 8,4% a nivel nacional pero en Canarias y Andalucía superan el 10%, mientras que en Madrid, en el otro lado, sólo llega al 6,2%. Por su parte, el alquiler de vivienda crece un 2,2% en  el IPC general pero en Baleares se encuentra en el 2,7% y en Madrid y Andalucía en el 2,6% mientras que en Navarra se sitúa en la mitad (1,3%).

El alza de los servicios médicos (seguros privados) alcanzan en el País Vasco el 4,4% frente al 3,3% nacional, mientras que en Extremadura se instalan en el 2,3%. Y, por ejemplo, los medicamentos y el material terapéutico son más caros en Murcia con una subida del 3,9% frente al 1,7% nacional mientras que en Extremadura se produce un crecimiento negativo (-0,9%). 

Precios del transporte

En cuanto al transporte, Navarra tiene el público urbano más caro, con un incremento del 8,4%, frente al 1,8% nacional, mientras que en Extremadura es negativo (-12,1%). El transporte público interurbano crece un 0,4% a nivel general pero en Cataluña alcanza el 4,8% y, sin embargo, en Canarias desciende en 2,2 puntos. Por su parte, los precios de la educación infantil y primaria aumentan el doble en Navarra (6,2%) respecto a la media nacional mientras que en el País Vasco se sitúa en el -2,3%. La secundaria sube un 6,4% en Murcia, dos puntos por encima de la media general mientras que en Cantabria sólo crece siete décimas.

La educación universitaria aumenta un 2,3% a nivel nacional pero el alza casi llega al 3% en el País Vasco, Y es en Madrid (6,5%) y en la Comunidad Valenciana (5,9%), frente al 5,9% de media nacional, dónde más suben los precios de la hostelería y el turismo, y es en La Rioja en dónde menos alzas se producen ( 4,1%). 

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