En España, a cierre del segundo trimestre del año, había 2.755.300 parados, según los datos de la Encuesta de Población Activa que elabora cada tres meses el Instituto Nacional de Estadística. De esta cantidad, 1,455 millones, el 52,83%, son mujeres, y 1,299 millones, el 47,17% restante, hombres. El 42% de todos los desempleados tiene más de 45 años, lo que se convierte en un importante obstáculo a la hora de su reincorporación a la actividad. El paro de los menores de 25 años asciende al 17% del total.
Cuatro de cada diez personas desempleadas intenta reincorporarse al mercado laboral al menos desde hace un año, y uno de cada cuatro, lleva haciendo esa tarea desde hace más de dos años. Y es que apenas 233.900 parados, un 8,55 del total, han tenido la suerte de recolocarse o encontrar su primer empleo en menos de un mes, y otros, el 15,3%, entre uno y tres meses. Desgraciadamente no es la tónica general.
Pero, ¿sabemos a qué o quién recurren los desempleados cuando quieren volver a tener un puesto de trabajo? La mejor aproximación la encontramos en las estadísticas. Y en el análisis de sus resultados es donde descubrimos sorpresas mayúsculas. Un parado tiene que estar registrado en el Servicio Público de Empleo Estatal si quiere cobrar la percepción contributiva que le corresponde en función de los años que lleve cotizando a la Seguridad Social o el subsidio correspondiente si reúne las condiciones de ingresos exigidas. Pero puede estar desempleado y no figurar en el SEPE. Por eso el número de parados es siempre superior en la Encuesta de Población Activa que en las que facilita cada mes el Ministerio de Trabajo.
Con los últimos datos del INE se concluye que los parados españoles no tienen la más mínima confianza en el SEPE, pero tampoco en las empresas de trabajo temporal (ETTs), supuestamente las más profesionalizadas para reconducir una situación que, se supone, es transitoria. Sólo 508.000 desempleados, el 18,43% del total, “ha contactado con una oficina pública de empleo” y 462.400, el 16,78%, lo ha hecho “con una oficina privada de empleo”, porque ambas cosas no son excluyentes.
La opción preferida es la de “preguntar a familiares o amigos”. Esta respuesta en la EPA es la preferida para 1,528 millones de parados, lo que equivale a hablar del 55,5% de la cifra total. La segunda opción más utilizada es la de “estudiar anuncios de empleo”. Por ella se han decantado 1,229 millones, el 44,63% de todos los parados. La tercera posición, la que comparte podio con las anteriores, es la de “contactar con empresas y empleadores directamente”, que ha sido elegida por 1,112 millones, el 40,4%.
Más de un año en la lista del paro
Las cifras confirman que encontrar trabajo no es una tarea fácil, aunque en estos momentos la economía española tenga el mayor número de personas ocupadas de toda la historia y la economía siga creciendo muy por encima de la media de los grandes países de nuestro entorno. Cuatro de cada diez parados que buscan su primer puesto de trabajo (un total de 286.100) tienen que esperar más de un año. Para el 23,4% de ellos, alrededor de 67.000, la demora supera los dos años. En el otro extremo de la balanza, un 12,6% consigue su objetivo en apenas un mes y otro 16,5% (47.100), antes de los tres meses.
En el caso de los desempleados que han trabajado con anterioridad a su situación actual, 2,469 millones de personas, el 42%, 1,036 millones perdieron su empleo hace más de un año; de ellos, cerca de la mitad tiene más de 50 años de edad; el 22,2%, entre seis meses y un año; el 16,6% , entre tres y cinco meses, y los más “privilegiados”, 473.800, el 19,2%, hace solamente tres meses.
Otra de las soluciones más recurrentes para la búsqueda de trabajo es la de “poner o actualizar el 'curriculum vitae' en internet”. Lo hacen uno de cada tres desempleados, además de otro tipo de acciones. Entre estas destacan por orden de utilización “poner o contestar anuncios de empleo”, con el 30% de las acciones” o “haber realizado alguna prueba, entrevista o haber participado en un proceso de selección” (13%). La solución menos elegida es la “hacer gestiones para crear su propio negocio”: apenas la han llevado a cabo 67.700 parados, el 2,5% del total.