Pedro Sánchez tenía 21 años cuando, en junio de 1993, Felipe González y José María Aznar se jugaron las elecciones generales en dos debates televisados. En el segundo, que se desarrolló ante las cámaras de Tele 5, el candidato socialista acorraló a su oponente al centrar sus últimos minutos en el tema de las pensiones. Los titubeos de Aznar ante los 10,5 millones de telespectadores dejaron expedito el camino al cuarto y último triunfo electoral de González. En ese mismo año, 1993, Sánchez se afiliaba al PSOE.
Cualquier político sabe la importancia que tiene el colectivo de pensionistas en España. Son algo más de 9,12 millones de personas, según los datos del mes de septiembre del Instituto Nacional de la Seguridad Social, la cuarta parte de los ciudadanos que tuvieron derecho a voto en las elecciones del 23 de julio último, y cada año aumentan a razón de 80.000.
Sánchez ha centrado su política en la primera legislatura en el capítulo social, al que ha dedicado todos sus esfuerzos y todo el dinero que fuera necesario, aunque para disponerlo haya tenido que endeudar aún más al Estado español.
El candidato para presidir el Gobierno durante los cuatro próximos años ha hecho todo lo posible para tener contentos a los pensionistas: ha vinculado su revalorización anual al Índice de Precios de Consumo para que garantizar de esa forma su poder adquisitivo; ha incrementado aún más las pensiones mínimas; ha reducido el periodo necesario de cotización a los discapacitados para acceder a una pensión...
La última decisión para este colectivo tiene muy pocos días de vigencia, desde el pasado 1 de octubre, y viene de la equiparación del trabajo a tiempo parcial con el trabajo a tiempo completo a efectos del cómputo de los periodos necesarios para causar derecho a las prestaciones.
La modificación deriva de la doctrina del Tribunal Constitucional. Esta medida permitirá que, habiendo trabajado menos tiempo, el trabajador que ha tenido durante su vida laboral jornada parcial pueda cobrar alrededor de 168 euros mensuales más en su pensión sobre una base reguladora de 1.200 euros, lo que equivale a 2.324 euros anuales más por personas.
La medida tiene efectividad para quienes se jubilen a partir del 1 de octubre, a los que se computarán para su pensión, y con carácter retroactivo, todos los días como jornada completa, sin coeficientes reductores, y tendrá su repercusión en el gasto a razón de 200 millones anuales más en la nómina de las pensiones, que se consolidarán cada año.
La factura de las pensiones
Con todas estas medidas que han elevado el coste de las pensiones hasta los 190.000 millones de euros para el presente ejercicio, según consta en los Presupuestos Generales del Estado, sorprende que en España un total de 2.155.305 pensionistas cobren pensiones de mínimos. Son el 23,6% del total de pensionistas, de acuerdo con los datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social correspondientes al pasado mes de septiembre.
En España, a 1 de septiembre pasado, había registrados 9.121.410 pensionistas. Cerca de 947.000 de ellos cobran más de una pensión, son el 10,4% del total. El departamento que dirige José Luis Escrivá clasifica a los pensionistas por la cuantía de su pensión en tres tramos. Un 51,5%, es decir, más de la mitad, tiene una pensión inferior al Salario Mínimo Interprofesional vigente: 1.080 euros mensuales por catorce pagas, o lo que es igual, 15.120 euros brutos anuales. Son en total cerca de 4,7 millones de perceptores. En comunidades autónomas como Extremadura, siete de cada diez pensionistas no llegan al SMI y en Andalucía, Canarias, Galicia, Castilla-La Mancha y Murcia, seis de cada diez.
En CCAA como Extremadura, siete de cada diez pensionistas no llegan al SMI. En Andalucía, Canarias, Galicia, Castilla-La Mancha y Murcia, seis de cada diez
Otro 43,2%, más de 3,94 millones de pensionistas, recibe una pensión comprendida entre el SMI y la pensión máxima. El resto, apenas 482.289, el 5,3% del total, perciben la pensión máxima. Estas se concentran en Asturias (10,3% del total); País Vasco (9,8%) y Madrid (8,4%).
Aunque en España uno de cada cuatro pensionistas recibe una pensión con mínimos, hay provincias donde la situación es más acuciante. En Zamora, Cáceres y Cuidad Real, el 41% de los pensionistas están en esas condiciones. En Badajoz, aún peor, ya que el porcentaje sobrepasa el 44%. En total, en quince provincias españolas un tercio o más de los pensionistas cobra mensualmente una pensión mínima.
En el otro extremo de la balanza se encuentra poblaciones como Guipúzcoa o Álava, donde el porcentaje se reduce al 10-11% de la población o Barcelona, Madrid y Navarra donde este tipo de situaciones afecta a entre el 15% y el 16% de los pensionistas.