El próximo miércoles, 7 de abril, comienza oficialmente la Campaña de la Renta 2021. Serán 12 semanas de frenética actividad de la Agencia Tributaria hasta que finalice el 30 de junio. Están obligados a presentar la declaración todos aquellos ciudadanos cuyos ingresos superaron los 22.000 euros en el año 2020, siempre que sean procedentes de un solo pagador, y los que excedieron de 14.000 euros pero tuvieron su origen en dos o más pagadores, siempre y cuando la retribución de los segundos o más pagadores sobrepasó los 1.500 euros.
En 2020 se presentaron cerca de 21 millones de declaraciones, un 1,9% más que en el ejercicio anterior, de las que 14,41 millones, el 68,6%, fueron a devolver y 5,6 millones resultaron positivas. Los datos pormenorizados de la declaración de la renta son presentados por la Agencia Tributaria con un cierto retraso, pero son muy orientativos. Con los correspondientes a los ingresos de 2018, los últimos que aparecen en sus estadísticas, cerca de ocho de cada diez contribuyentes (el 78%) declararon ganar ese año menos de 30.000 euros brutos y seis (61,44%), menos de 21.000 euros, casi el límite que separa la obligación de hacer la declaración o no hacerla en esta próxima campaña. En definitiva, solo dos de cada diez españoles (22,1%) dice ganar más de 30.000 euros anuales.
En el año 2018, el importe total de las retribuciones dinerarias percibidas por los contribuyentes españoles alcanzó la cifra de 443.939 millones de euros. Teniendo en cuenta que se presentaron 20,61 millones de declaraciones, la media por español ascendió a 23.621 euros. Esta cifra está algo por debajo del salario medio bruto anual que el Instituto Nacional de Estadística cifra para ese año en 24.009 euros.
Uno de cada cuatro no llega a los 6.000 euros anuales
Del análisis de la estadística de la Agencia Tributaria se deduce que cerca de 5,4 millones de españoles no alcanzan a ganar 6.000 euros anuales, lo que equivale a hablar del 26% o uno de cada cuatro declarantes. De hecho, más de 854.000 personas aseguraron ganar cero euros o incluso perder dinero, al figurar en el primer epígrafe que recoge las “retribuciones dinerarias” entre “negativo y cero euros”. Son el 4,15% del total.
Sirva como referencia que, en 2018, el salario mínimo interprofesional era de 736 euros mensuales es decir, 10.303 euros anuales teniendo en cuenta que sus perceptores reciben catorce pagas. El salario mediano (el que divide al número de trabajadores en dos partes iguales, los que tienen un salario superior y un salario inferior), fue de 20.078 euros, y el más frecuente, de 18.469 euros.
La retribución dineraria más frecuente en la declaración de la renta de 2018 fue la comprendida entre los 12.000 y los 21.000 euros. Más de 4,64 millones de personas dijeron ganar cantidades comprendidas entre esas dos cifras, lo que equivale al 22,52% de todas las declaraciones presentadas. Si la clasificación se realiza por la cantidad de dinero global declarada, un tercio (poco más de 140.000 millones de euros del total) se concentra en las declaraciones de ingresos medios situados entre 30.000 y 60.000 euros. En esa franja de ingresos hubo en 2018 un total de 3,7 millones de declaraciones, el 18%.
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística de ese año, el 14,1% de los españoles ganaba como máximo una vez el salario mínimos interprofesional (13.303 euros anuales). Otro 37,1%, entre una y dos veces el SMI (hasta 20.606 euros); el 24,5%, hasta tres veces (30.909 euros); el 12%, entre tres y cuatro veces (hasta 41.212 euros). A partir de esta cifra los porcentajes se reducen de una manera drástica. Solo el 5,55% ganaba hasta cinco veces el SMI (51.515 euros); el 2,77%, hasta seis veces (61.818 euros) y sólo el 1,57%, entre seis y siete veces (hasta 72.212 euros).
Los resultados del INE no son muy diferentes de los que publica Hacienda. Para el organismo autónomo encargado de la coordinación de los servicios estatales de la Administración General del Estado, el 76,4% de los españoles ganaba en 2018 como máximo 30.909 euros anuales, tres veces el SMI de ese año, mientras que los datos de Hacienda indican un 77,9%.
El INE muestra, por omisión, que el 1,71% de los españoles gana más de 72.121 euros anuales, siete veces el SMI. La comparación con los datos de la Agencia Tributaria es más difícil en estos ingresos más elevados, porque Hacienda únicamente distribuye en tres tramos las declaraciones por encima de los 60.000 euros. Un total de 743.265 contribuyentes (el 3,6%) declararon ganar entre 60.000 y 150.000 euros; 100.561 personas (apenas un 0,49%), ganaron entre 150.000 y 601.000 euros, y únicamente 11.367 privilegiados (un 0,06%), más de 601.000 euros.
Sin grandes variaciones
¿Han variado mucho los ingresos declarados con el paso de los años? Algo, pero no tanto. En 2017, los ciudadanos que declararon ganar menos de 30.000 euros representaron el 78,7% y en 2016, el 79,29%. En 2017 hubo 9.344 contribuyentes que dijeron ganar más de 601.000 euros, y en 2016, solo 8.481. Como contrapartida, en 2016 solo 656.124 personas declararon no ganar nada y el año siguiente, 663.737.
Ni siquiera remontándose al decenio glorioso de la economía española las cifras sufren grandes alteraciones. En 2007 había solo 102.678 personas que no ganaban ninguna retribución dineraria; un 82,4% ganaba menos de 30.000 euros y el 17,6%, más de esa cantidad. Eso sí, había 10.580 contribuyentes con más de 601.000 euros de ingresos.
Ese año, el PIB que ya había superado el billón de euros a precios de mercado el año anterior, creció un 3,6%; el SMI estaba en 7.988 euros anuales; el salario medio, en 20.390 euros; el salario mediano, en 16.718, y el salario más frecuente, en 14.504 euros. La declaración media a Hacienda fue entonces de 21.618 euros.