Economía

Pedro Sánchez intenta imponer "con calzador" a Escrivá como gobernador del Banco de España

Moncloa ha tensado al máximo las negociaciones promoviendo al ministro. Para el PP supone una línea roja, tras arrancar el acuerdo para vetar las puertas giratorias en la Justicia

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá. EP

El Gobierno ha llevado la 'partida' del Banco de España hasta el límite. Las negociaciones entre PSOE y PP se han tensado al máximo por la intención de Moncloa de colocar a José Luis Escrivá como gobernador. Fuentes próximas a las conversaciones señalan que Pedro Sánchez ha defendido la candidatura del ministro de Transformación Digital, como sustituto de Pablo Hernández de Cos. "Lo ha intentado colar con calzador", aseguran.

Ese empeño explicaría, por un lado, que las negociaciones entre los dos partidos se hayan alargado más de lo previsto. También justifica por qué Moncloa decidió no nombrar al nuevo gobernador cuando correspondía. El mandato de Hernández de Cos expiró el pasado 10 de junio, un día después de las elecciones europeas. En teoría, el Gobierno debía anunciar al sustituto en los días previos; y el encargado de defender su idoneidad en el Congreso es el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.

La elección de un candidato como Escrivá habría generado demasiado revuelo justo antes de los comicios, con el consiguiente impacto electoral. Por eso, la decisión de traspasar la fecha límite sin tener un relevo dio alas en el Banco de España a la teoría de que Moncloa intentaba imponer un perfil más político. Y no hay ningún candidato que aúne tanto la parte política y técnica como José Luis Escrivá. El economista albaceteño conoce bien el Banco de España y el Banco Central Europeo (ha trabajado en ambos), y tiene experiencia en cargos públicos por su paso por la AIReF (de la que presidente).

Ahora bien, Escrivá está marcado por la huella de la política. No sólo ha portado dos carteras ministeriales (la de Seguridad Social y, ahora, la de Transformación Digital); sino que también se ha significado como un miembro de referencia de los Gobiernos de Pedro Sánchez.

Esta condición es la que ha actuado como freno a un posible pacto entre PSOE y PP, según fuentes próximas a las negociaciones. El encargo de buscar un acuerdo recaló en Cuca Gamarra, por orden directa de Alberto Núñez Feijóo. Para la secretaria general del PP, el nombramiento de Escrivá se convirtió en una línea roja desde el inicio. El factor que permitió retomar las negociaciones sobre el Banco de España fue el pacto para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El problema es que ese acuerdo incluia el compromiso de vetar las puertas giratorias en la carrera judicial.

Ese aspecto fue vendido por Génova como uno de sus principales logros. Y ese mismo asunto se ha convertido ahora en una barrera para aceptar un nombramiento como el de Escrivá. Quienes conocen bien al ministro aseguran que el puesto de gobernador está entre sus grandes aspiraciones. Moncloa, paralelamente, ha defendido en los últimos días su dilatada experiencia para ocupar una plaza institucional de tal calibre.

A cambio, los negociadores del Gobierno, con el ministro Félix Bolaños a la cabeza, se han mostrado dispuestos a ceder el sillón de subgobernador a un candidato respaldado por el PP. El nombre que más puntos ha ganado en los últimos días es el de Ramón Quintana. El director general del Mecanismo Único de Supervisión europeo (MUS) encaja en la quiniela por sus dotes técnicas y su larga carrera, y por su cercanía al entorno de Génova. Su mujer, Beatriz Viana, dirigió la Agencia Tributaria en el Gobierno de Mariano Rajoy. También fue una persona de máxima confianza del ex ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro; y, anteriormente, de Rodrigo Rato (fue su jefa de gabinete).

Otros candidatos para el Banco de España

Génova sí se ha mostrado dispuesta a dialogar sobre otros candidatos próximos al PSOE, pero sin un perfil político tan marcado. Son los casos de Fernando Restoy, José Manuel Campa o -la última en aparecer en las quinielas- Paula Conthe. También sonó en su día la subgobernadora, Margarita Delgado. Para la banca, era la sucesora natural de Hernández de Cos y reunía todas las condiciones para acceder al cargo. De hecho, ha ostentado el puesto de gobernadora en funciones desde que el Gobierno propició el vacío de poder, al no elegir un sustituto a tiempo.

Fuentes cercanas al Banco de España, no obstante, aseguran que su perfil es "demasiado independiente". Además, la postura de la subgobernadora sobre la OPA de BBVA puede no haber gustado en el Palacio de La Moncloa. Delgado mantiene que el proceso judicial contra el banco "no afectará al análisis" de la OPA por parte del Banco de España, al no haber "sentencia firme". Esa postura da un balón de oxígeno al BBVA en su intento de absorber al Sabadell, una operación a la que se opone totalmente el Gobierno de coalición.

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