Substrate AI, la compañía española que aplica la Inteligencia Artificial para la rentabilidad de los negocios, sigue despuntando en el sector de la Inteligencia Artificial tras desarrollar lo que ha denominado como IA BIO INSPIRED, una nueva generación de Inteligencia Artificial que imita la forma en la que el cerebro humano toma decisiones. Esta tecnología cuenta ya con el reconocimiento científico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España donde se presentó este lunes ante la comunidad científica, académica y empresarial.
Substrate, en colaboración con el Instituto Rensselaer de Nueva York -una de las principales instituciones dedicadas a la investigación en ciencia e ingeniería de Estados Unidos- ha desarrollado esta solución tecnológica basada en el Reinforced Learning o aprendizaje por refuerzo, que da respuesta a algunas de las ineficiencias de la IA tradicional, utilizando para ello algoritmos basados en la biología, la neurociencia o la psicología.
Lo hace a través de modelos de excitación que infieren emociones a los agentes de IA mediante el reajuste de la variable Q-Learning a través de un sistema de recompensas cambiante. De este modo, esta tecnología es capaz de tomar solo las mejores decisiones aislando y descartando otras mediocres.
De este modo, la IA BIO INSPIRED avanza hacia una nueva generación de Inteligencia Artificial que trabaja en tiempo real y es capaz de adaptarse a situaciones concretas en las que se plantean tareas y subtareas.
Y, además, a diferencia de otros sistemas de IA, el patentado por Substrate no parte de cero sino que aprende de estudios, papers o expertos de los que extrae conocimientos, con lo que la necesidad de datos para su entrenamiento es mucho menor.
De este modo, utiliza un 98% menos de datos y su modelo de implementación es mucho más rápido en las empresas, donde el uso de la inteligencia artificial se ha triplicado durante los últimos dos años, según un estudio de la consultora Gartner.
Asimismo, mientras que la tecnología estándar actúa en entornos estables y concretos, la de Substrate se puede utilizar en entornos cambiantes y complejos donde los patrones dejan de ser repetitivos. El motivo es gracias a su capacidad de auto-ajustarse de forma automática y continuar el aprendizaje sin necesidad de “parar” y reentrenar a los agentes desde cero.
Este avance tecnológico, fruto de la investigación con el instituto neoyorkino, permite a Substrate abordar así todos los problemas a los que se enfrentan las empresas en la digitalización y racionalización de sus procesos, fomentando además su sostenibilidad, pues emplean menos recursos a la vez que optimizan sus resultados.
Entre otros ejemplos, esta tecnología permite reconocer y considerar emociones como el miedo y la codicia en el campo de la inversión y las finanzas; desarrollar soluciones avanzadas de análisis de contratos para reducir a la mitad el proceso de revisión de las empresas -se calcula que pierden entre el 5 y el 40% del valor de los acuerdos debido al enorme volumen de contratos-; o factorizar información relacionada con la demanda y la personalización de servicios para la gestión de stocks en los procesos de e-commerce, donde está previsto que la IA inicie un 10% de los pedidos para 2024.
Dado su potencial transformador y en línea con la apuesta del Gobierno por la Inteligencia Artificial en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, Substrate ya tiene en marcha su aplicación en distintos sectores como el agritech, las finanzas, la energía, la salud, la minería, los recursos humanos o el marketing.
Precisamente, este expertise en Inteligencia Artificial es lo que ha llevado a la compañía a anunciar en las últimas semanas su alianza con la Bolsa de Madrid, a través de BME, para impulsar un ecosistema de referencia en Europa en torno a la inteligencia artificial, ya que la compañía estima que este mercado crecerá a un ritmo del 30% anual en los próximos años.
Según Bren Worth, CTO de Substrate AI, “la tecnología de IA inspirada en modelos biológicos que hemos patentado compite en lo que ya se conoce como la cuarta revolución industrial, que fusiona en nuestros días el mundo físico con el digital, el biológico, las infraestructuras y sus aplicaciones”.