Telefónica España cuenta con una plantilla de poco más de 15.000 empleados, según fuentes sindicales, de los cuales el 80% (12.000) tiene su salario condicionado al Índice de Precios al Consumo (IPC). Una situación que preocupa en la compañía dirigida por José María Álvarez-Pallete. Este indicador está disparado.
"La tasa media esperada para 2022 se sitúa en el 9,1% frente al 8,9% anterior. Ahora se espera una tasa interanual en diciembre del 8,6% (7,9% anterior). Para 2023 la tasa media anual prevista es 4,8%, sin cambios con respecto a las previsiones anteriores, aunque la subyacente se ha elevado hasta el 4,4%", asegura Funcas, centro de análisis y previsiones económicas.
El salario medio de este colectivo es de unos 53.000 euros brutos al año, según fuentes sindicales. Si se toma esta cifra como referencia y se añade el 9,1%, estaríamos hablando de 636 millones de euros en nóminas que se incrementarán en casi 58 millones. A esta cifra habrá que sumarle la subida del 1,5% adicional pactado para 2023, 9,5 millones, con lo que el incremento general será de 67,5 millones. El salario de cada empleado aumentará de esta manera en unos 5.600 euros.
El salario medio de los empleados cuyo salario está ligado a las fluctuaciones del IPC es de 53.000 euros brutos anuales
Las mismas fuentes aseguran a este diario que hay "nervios" en la compañía, tanto en la parte directiva como en la de los empleados. Todo se resolverá a primeros de enero. En una videollamada de Pallete a la plantilla, el primer ejecutivo explicó que "Telefónica siempre cumple", en referencia a que los acuerdos alcanzados con los trabajadores serán una realidad.
Los sindicatos trabajan para que la subida sea extensible al resto de los 3.000 empleados de la compañía en España, grupo que no se encuentra sujeto al convenio colectivo.
Telefónica es la única con un volumen tan alto
La compañía de telecomunicaciones es la única que liga de forma tan general el sueldo de sus empleados al Índice de Precios al Consumo. Vodafone no tiene esta política con absolutamente ninguno de sus trabajadores, tal y como aseguran a Vozpópuli fuentes oficiales del operador, mientras Orange lo circunscribe a un colectivo reducido de empleados con salarios de menos de 35.000 euros al año.
El aumento de sueldos que tendrá que afrontar Telefónica llega en un momento muy complicado si se analizan las cuentas de los tres grandes operadores.
Vodafone España presentó hace unos días sus cuentas correspondientes al periodo comprendido entre el 1 de abril y el 30 de septiembre de 2022. Sus ingresos se han reducido un 4,5%, hasta los 1.782 millones de euros. Le empresa explica que estas cifras son el "resultado del crecimiento del low cost, una base de clientes menor y de la reducción de los precios de las tarifas de terminación de móvil, parcialmente compensados por mayores ingresos de turistas".
Estos resultados son equiparables a los presentados por Orange España. La corporación de origen francés cayó en facturación un 4,3% en el primer semestre del año (enero-junio) para conseguir revertir la situación en los nueve primeros meses del 2022, con un tímido crecimiento del 0,2%, hasta los 3.444 millones de euros.
Telefónica, como Orange, tiene prácticamente congelada la facturación. El crecimiento de este indicador arroja un tímido crecimiento del 0,6%, hasta los 9.283 millones de euros de enero a septiembre de este año. Es el operador que logra una mejor tasa de crecimiento de los tres más grandes.