La deuda conjunta de las Administraciones Públicas ascendió a cierre del pasado mes de mayo a 1,6 billones de euros, 48.460 millones de euros más que en el mismo mes de 2023, lo que supone un crecimiento interanual del 3,79%, según los últimos datos publicados por el Banco de España. La deuda del Estado se ha elevado hasta 1,444 billones de euros, con un incremento anual del 5,3% aunque la de otras unidades de la Administración Central se redujo un 7,8%.
El banco central español señala que el saldo de deuda de las Administraciones de Seguridad Social alcanzó en mayo pasado los 116.000 millones, un 9,4% más que en el mismo mes del pasado año. En cuanto a las administraciones territoriales, creció hasta 333.000 millones de euros, con una variación interanual del 2,2%, mientras que la deuda de las Corporaciones Locales se situó en 23.000 millones, lo que representa una ligera reducción del 0,6% sobre el saldo registrado un año antes.
La financiación de este volumen de deuda es uno de los gastos más importantes de los Presupuestos Generales del Estado cada año. Solo las pensiones requieren un volumen de gasto superior, cercano a los 200.000 millones de euros. El pago de los intereses de la deuda es el segundo en importancia, por delante el coste de las prestaciones por desempleo, que el pasado año supusieron más de 22.100 millones de euros, pero que en 2010 absorbieron más de 32.200 millones del Presupuesto.
Según los últimos datos publicados por la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), en los seis primeros meses del año, España ha abonado por el concepto de intereses de la deuda 10.108 millones de euros, un 23,3% más que la cantidad pagada en el mismo periodo del año anterior (8.196 millones).
Aunque no hay Presupuestos Generales del Estado para el presente ejercicio (se han tenido que prorrogar los del año 2023), el Ministerio de Hacienda tiene “reservados” 33.652 millones de euros para hacer frente a esta partida presupuestaria. Como quiera que entre los meses de enero y junio se han abonado ya 10.108 millones, restan por pagar, aproximadamente, otros 23.500 millones de euros, que tendrán que ser desembolsados en la segunda mitad del ejercicio.
En el Plan Presupuestario que el Gobierno envió a Bruselas en previsión de que no se pudieran aprobar unos PGE para el presente ejercicio, como finalmente ha ocurrido, hay una previsión de gasto por este concepto de hasta 39.000 millones de euros.
El incremento de los gastos del servicio de la deuda es la consecuencia inmediata de una política económica basada en el déficit presupuestario (muchos más gastos que ingresos) y el consiguiente aumento del endeudamiento. En el año 2018, con Pedro Sánchez como presidente desde el 1 de junio, la deuda del conjunto de las Administraciones Públicas se situó en 1,21 billones de euros, de acuerdo con los datos del Boletín Económico del Banco de España. Son 391.226 millones menos que el endeudamiento existente a finales del mes de mayo. Y eso tiene un coste muy elevado.
Intereses acumulados de la deuda
Entre los años 2014 y 2023, España ha destinado más de 300.000 millones de euros a pagar exclusivamente los intereses de la deuda, lo que en la jerga financiera se conoce como el servicio de la deuda. El cambio de rumbo de la política monetaria del Banco Central Europeo, con la aprobación de diez subidas consecutivas del precio oficial del dinero (desde el 0% en marzo de 2016 al 4,5% que se alcanzó a finales del septiembre de 2023), ha tenido sus consecuencias en la elevación de los tipos de interés de la nueva deuda que España tiene que emitir cada año. En el Plan Presupuestario que España ha enviado a las autoridades comunitarias se estima un gasto en intereses de la deuda que ascenderá al 2,5% del Producto Interior Bruto.
España, en los seis años que duró la gratuidad del dinero del BCE consiguió abaratar el tipo de interés medio de la deuda hasta el 1,6%. En la actualidad, con el precio oficial del dinero estancado en el 4,25%, el coste se ha elevado mes a mes. Por eso en 2023 se pagaron más de 35.500 millones de euros en intereses, 3.700 millones más que los abonados en 2022.
Según datos del Tesoro Público, el tipo de interés medio de la deuda en circulación era el pasado mes de julio del 2,209%, dos décimas más que en el mismo mes de 2023. Cabe recordar que en el año 2021 estaba en el 1,642%.
Aunque la deuda pública empieza a descontar una nueva reducción de los tipos oficiales de interés que, previsiblemente, llevará a cabo el Banco Central Europeo en la próxima reunión de su consejo de gobierno en el mes de septiembre, España ha colocado sus últimas emisiones de deuda a tipos marginales de entre el 2,898% para los bonos a cinco años y el 3,419% para las Letras a nueve meses, pasando por el 3,112% para los bonos a diez años, que marcan la prima de riesgo de cada país.