El sector de la promoción de viviendas en España parece no haber sufrido todavía lo peor del coronavirus. Las turbulencias se harían más patentes en los próximos meses.
La profesionalización del inmobiliario previa a la pandemia y el histórico volumen de ahorro al que esta ha dado lugar han atenuado por ahora el impacto de la crisis en el mercado residencial. El volumen embalsado de casas que se iniciaron antes de la covid dio aire a los promotores, mientras que la segunda mano se ha beneficiado de la abundante liquidez en el mercado.
Después del confinamiento, una espiral bajista de hasta el 10% en los precios empezó a verse compensada por la demanda embalsada, especialmente fuerte en mercados como el entorno de la capital de España y zonas de Costa, como Málaga y Baleares.
Sin embargo, los precios de las casas usadas empiezan ahora a dar síntomas de tocar techo en ciertas regiones, a la vez que la nueva oferta de viviendas tiende a retroceder.
El precio de las materias primas necesarias para las nuevas construcciones ha tendido a aumentar en los últimos doce meses: hasta un 13% de media entre todos los componentes y casi un 30% en el caso del acero, sumado a la falta de mano de obra, según la constructora ACR.
En paralelo, la banca ha endurecido la financiación de nuevos proyectos, destacan fuentes del mercado.
Un 25% menos de nuevas viviendas para el futuro
El sector promotor había cogido cierta velocidad de crucero en torno a las 100.000 viviendas al año antes de la pandemia. Según cálculos de ACR, en España existe demanda latente incluso hoy para unas 140.000 nuevas casas anuales.
A estas alturas, el sector apunta a cerrar el 2021 con un 5% menos de viviendas iniciadas que el año pasado, y un 25% por debajo de 2019, de acuerdo a las proyecciones del gestor inmobiliario de Caixabank, Servihabitat.
De las 109.000 viviendas iniciadas en 2019 se pasaría a unas 83.000 al cabo de 2021, diez veces menos que en los tiempos de la burbuja.
Los precios empezarían a caer en esta segunda mitad del año, y tanto las viviendas nuevas como las usadas acabarían el 2021 con la menor variación al alza desde 2015
Todo lo anterior hace suponer que los precios seguirán subiendo, pero la proyección de Servihabitat, al igual que la de otras fuentes, es que empiecen a moderarse en lo que queda de año. Las transacciones subirían respecto a 2020, pero se quedarían en las 507.000, la cifra más baja desde 2016.
En el caso de la vivienda nueva, la que menos ha sufrido hasta ahora, podrían comenzar a producirse algunas rebajas interanuales. El precio medio tanto de las nuevas como de las usadas acabaría el conjunto del año con la menor variación al alza desde 2015, por debajo del 1,5%.
Las últimas proyecciones coinciden
La mayor gestora inmobiliaria del mundo, CBRE, estima que las ventas de viviendas seguirán aumentando en los próximos meses en España pero el precio comenzará a bajar, un fenómeno que otras fuentes de información empiezan a atestiguar.
Según esta tasadora, los precios caerían un 2% al cabo de 2021 pese a que las transacciones aumentarán un 5%, hasta volver a estar por encima de las 500.000 unidades, de las que el 80% serían de segunda mano.
Paralelamente, la quinta mayor tasadora de España, Euroval, proyecta que el precio medio del metro cuadrado de las viviendas a nivel nacional cierre este año un 0,2% por encima de 2020 y empiece a bajar en 2022, año que culminaría con un descenso interanual del 0,6%.