Economía

Von der Leyen entrega a Teresa Ribera la cartera de Competencia y poder para dirigir la transición energética

La Comisión Europea convierte a la actual vicepresidenta tercera en una pieza clave para la política industrial de la UE

Teresa Ribera asumirá una gran parcela de poder en la nueva Comisión Europea. La hasta ahora vicepresidenta tercera del Gobierno ha sido confirmada como nueva comisaria de Competencia. El nombramiento se daba casi por hecho, pero la gran novedad es que asumirá también la misión de dirigir la transición energética de la UE. Ribera se convierte así en una de las piezas clave del máximo órgano ejecutivo de la Unión, presidido por Ursula von der Leyen.

Según ha informado este martes la presidenta de la Comisión, la ministra española será nominada vicepresidenta ejecutiva para la transición limpia, justa y competitiva. En palabras de la propia presidenta del Ejecutivo comunitario, la responsabilidad de Ribera será "guiar el trabajo para asegurar que Europa está en el camino correcto" para "descarbonizar e industrializar" la economía. "También como responsable de Competencia, dirigirá los trabajos para encarrilar a Europa hacia los objetivos del Pacto Verde y descarbonizar e industrializar la economía al mismo tiempo", ha explicado la presidenta de la Comisión en Estrasburgo, según informa Europa Press.

Von der Leyen ha dado a conocer en la sede del Parlamento Europeo la lista de integrantes y responsabilidades de su nuevo Colegio de Comisarios. Todos deberán ser confirmados por la Eurocámara.

Ribera tendrá un peso importante en la nueva Comisión, donde ha ganado una importante cuota de poder la derecha europea. En el ámbito de la Competencia, la labor de Ribera consistirá en vigilar a las grandes tecnológicas y asegurar que se aplican las nuevas reglas europeas de servicios y mercados digitales. En materia de transición ecológica, abogará por impulsar en la UE las políticas que ya ha puesto en práctica en España.

La 'guerra' energética de Ribera

La nueva comisaria es una enemiga declarada de los combustibles fósiles y de la energía nuclear. Por el contrario, siempre se ha mostrado como firme defensora de una transición energética acelerada. Este paso exige por extender las renovables o el autoconsumo. Durante su largo mandato de ministra (ha permanecido en el Gobierno desde que Pedro Sánchez fue investido presidente), aplicó, sin temblarle el pulso, un polémico 'impuestazo' a las grandes compañías energéticas.

Su férrea defensa de una descarbonización rápida le ha llevado a enfrentarse, incluso, con algunas de las empresas que desarrollan grandes proyectos industriales en España y que actúan como motores generadores de empleo estable. Un ejemplo conocido es el de Repsol. Su consejero delegado, Josu Jon Imaz, anunció que ponía en cuarentena determinadas inversiones, por el clima de inseguridad regulatoria y fiscal.

Desde el Ministerio de Transición Ecológica, Ribera también ha tomado otras medidas como la ampliación del bono social -que no acaba de despegar- o los descuentos aplicados en el precio de los carburantes, cuando España sufría un fuerte repunte de la inflación.

Los deberes del Informe Draghi

La asignación a la ministra española de una de las carteras con más peso de la Comisión llega una semana después de la presentación del conocido como Informe Draghi. Se trata de un extenso estudio sobre los graves problemas de competitividad que sufre la UE y que debería servir de guía para el nuevo Ejecutivo comunitario.

El informe identifica 'males' perennes de la economía europea, como la baja productividad, las grandes cargas regulatorias o la falta de medidas decididas para impulsar la industria. "Europa está atrapada en una estructura industrial estática, con pocas empresas nuevas que surjan para alterar las industrias existentes o desarrollar nuevos motores de crecimiento", señala el documento. Un mensaje claro dirigido a quienes liderarán el rumbo de la UE en los próximos años, entre ellos, la hasta ahora vicepresidenta tercera española.

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