La sentencia que condena a Jaume Matas por corrupción política demuestra las miserias de la profesión política pero presenta también las de la profesión periodística.
La sentencia denuncia como el periodista de cabecera de Matas, Antonio Alemany, utilizó “su labor como articulista sociopolítico en el periódico El Mundo” para lucrarse. Los 172 folios de sentencia incluyen una condena de 3 años de cárcel y más de cuatro de inhabilitación “por un delito de prevaricación, delito de falsedad en documento oficial, delito continuado de falsedad en documento mercantil y un delito continuado de malversación de caudales públicos”.
"Jaume Matas tenía la razón política, la razón jurídica y la razón moral", decía El Mundo en 2004
El diario El Mundo, que ha pedido responsabilidades políticas a quienes no vigilaron la corrupción que crecía bajo sus pies (González, Chaves, Griñán, Zapatero o José Blanco) no menciona ninguna responsabilidad por lo publicado en sus páginas. En el año 2004 decía que “Jaume Matas tenía la razón política, la razón jurídica y la razón moral". Un año antes y con la firma del ahora condenado Antonio Alemany decía: “La distancia sideral que hay entre los conceptos manejados por Matas y sus adversarios rebecos la tenemos en que, en su discurso, el candidato anticipaba y se adelantaba a estas reacciones". Y algunos años antes, cuando Unidad Editorial se hizo con la mayoría del accionariado de El Mundo en Baleares llevaba a portada la fotografía de Pedro J. Ramírez con el también condenado Jaume Matas.
El diario de Pedro J. ni siquiera menciona hoy la referencia a su cabecera en la condena. Hoy denuncia la corrupción política... sólo la política.
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