La Casa Real se había caracterizado hasta ahora por la ecuanimidad en la presentación de las informaciones que afectaban a Don Juan Carlos. Este fin de semana ha terminado con esa trayectoria: la Casa Real ha comenzado a filtrar noticias arbitrariamente con un criterio que todavía no ha explicado.

El sábado remitió a los diarios El País y El Mundo las imágenes y los detalles de la reunión del Monarca con los principales empresarios del país. ABC, La Razón y la prensa digital no fueron informadas y no recibieron ninguna imagen de ese encuentro hasta un día después. La Agencia EFE recibía después de leer la exclusiva de los diarios en el kiosco unas fotos con el siguiente texto: " El rey Juan Carlos, durante la reunión mantenida con el Consejo Empresarial de la Competitividad (CEC) el pasado martes, 20 marzo, en la sede de una de las empresas. De izquierda a derecha, José Ignacio Galán (Iberdrola); Isidoro Alvarez (El Corte Inglés); Pablo Isla (Inditex); Antonio Huerta (Mapfre); Rafael del Pino (Ferrovial); César Alierta (Telefónica); Juan Roig (Mercadona); Emilio Botín (Santander); Simón Pedro Barceló (Grupo Barceló); Francisco González (BBVA); Leopoldo Rodés (IEF); Isidre Fainé (La Caixa); Isak Andik (Mango); Florentino Pérez (ACS); José Manuel Entrecaneles (Acciona); Fernando Casado (Consejo Competitividad), y José Manuel Lara (Planeta)".

El domingo, la Casa Real remitió a Radio Nacional de España y a la Cadena SER el audio de esa cita. Ni Onda Cero ni la COPE ni ABC.Punto Radio recibieron ese sonido.

Esa entrega a los elegidos fue ayer criticada por las estrellas de las cadenas excluidas. Ernesto Sáenz de Buruaga advertía en La Mañana de la COPE que la Corona había abierto "un juego muy peligroso".

Los lectores, vendidos a los caprichos de Su Majestad

La Casa Real acaba de abrir con la prensa generalista el mismo juego que con la prensa del corazón: escoge a sus elegidos y filtra sin criterio de audiencia, ni titularidad. P.ej. Onda Cero y la COPE (que se han quedado fuera) tienen más audiencia que RNE (que sí ha sido incluida en la distribución), mientras que EFE (de titularidad pública) sólo recibió la imagen después de que la publicaran en exclusiva El País o El Mundo (de titularidad privada).

El capricho del Rey (o de la Casa del Rey) parece ser la única explicación a una maniobra que los medios agraciados no han denunciado y que los excluidos de tradición monárquica (como ABC o La Razón) prefieren no denunciar. Los lectores de los demás medios parecen seguir vendidos al próximo antojo de Su Majestad.