El candidato de IU a la presidencia de Andalucía, Diego Valderas, en cuyas manos está el futuro gobierno del socialista José Antonio Griñán, no es un recién llegado a la política. Y es lo que tiene el pasado, que, a veces, saca los colores cuando se ve la deriva posterior, exactamente la de 18 años después. Porque Valderas fue el primer presidente, y único, que IU tuvo del Parlamento andaluz gracias al voto de su coalición y , oh, sorpresa, de Javier Arenas, líder del Grupo Popular andaluz allá por 1994.
El hoy ganador de las elecciones andaluzas apoyó la candidatura de Valderas frente al voto contrario de los socialistas que, aún así, acabaron pactando con la coalición tras perder de forma estrepitosa la mayoría absoluta. En las autonómicas de ese año el PSOE cosechó sus peores resultados, con 45 escaños frente a una Izquierda Unida que se alzó con 20. Esos 20 votos unidos a los 41 de Arenas (fue la menor distancia alcanzada entre socialistas y populares) hizo posible que Valderas se hiciera con la presidencia de la Cámara, que, salvo esa vez, siempre siempre ha estado en manos socialistas.
Y lo que tiene la memoria y la hemeroteca es que nos recuerda también que aquella fue una legislatura convulsa, tanto que IU se negó en 1995 a respaldar los presupuestos de Manuel Chaves, lo que motivó que convocara elecciones autonómicas anticipadas para hacerlas coincidir con las generales de 1996.
¿Se repetirá la historia?
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