Las terrazas de Barcelona vuelven a estar en el punto de mira de la alcaldesa Colau. El año pasado ya la tomó con las mesas al aire libre de los locales de la ciudad condal cuando limitó el espacio a más de 2.200 negocios. Ahora la alcaldesa ha decidido colocarlas en la calzada para liberar las aceras. El objetivo: quitar presión turística en las calles cercanas a la Sagrada Familia.
Así, el consistorio ha instalado como prueba piloto tres plataformas desmontables sobre el asfalto, con capacidad para 12 comensales, de momento. Las plataformas han sido situadas en el tramo de la calle Marina entre Mallorca y Valencia.
Las primeras plataformas -dos de madera y una de madera tecnológica- tienen espacio para 3 mesas cada una y 12 sillas y dejan una separación de seguridad con protecciones respecto al carril de circulación.Despuésdel verano la alcaldesa tiene previsto montar otras dos, una en el tramo de Marina entre Valencia y Aragón y la última en la calle Sardenya.
El consistorio espera recuperar un 30% del espacio para peatones de las aceras en las calles Marina y Sardenya, que concentran un alto flujo de turistas procedentes de las paradas de autocares habilitadas para los visitantes de la basílica ( unos 3,2 millones al año).Los alrededores del templo concentran 49 locales con terraza: el ayuntamiento quiere reducir las mesas de la zona de 193 a 92.
Las plataformas se han financiado con 97.800 euros procedentes del Impuesto sobre Estancias en Establecimientos Turísticos (IEET) y la medida está incluida en la disposición previa de terrazas de los entornos de la Sagrada Familia.
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