Gran parte de la plantilla de Caixa Catalunya, entidad intervenida por el FROB, está que trina con la comparecencia la semana pasada del ex presidente de la entidad, Adolf Todó, en el Parlament de Catalunya. En dicho foro, el diputado de la Candidatura d´Unitat Popular (CUP), David Fernández, le llamó ladrón. Sin embargo, a pesar de la presión de la formación independentista, Todó no tuvo reparos en reclamar sus derechos salariales, que ascienden a 3,5 millones de euros.
El sueldo de Todó y toda su camarilla en la cúpula procedente de Caixa Manresa ha sido siempre motivo de polémica, sobre todo porque continuaron cobrando salarios astronómicos cuando ya se puso la limitación a banqueros.
En la plantilla tienen un mosqueo enorme y alguno ya nos ha dejado caer el malestar. “Estos (los de Manresa, entre otros, el director general, Jaume Massana, que fichó hace no mucho por La Caixa) se hicieron con el poder, se pusieron unos sueldazos y blindajes mientras la caja se caía a pedazos. Ahora nadie la quiere y ya veremos si se vende, se liquida o qué pasa, pero el Todó era uno que los viernes por la tarde tomaba el helicóptero y se iba a su casa de Puigcerdà”.
Precioso aunque masificado
Para quienes no lo sepan, Puigcerdà es una localidad pirenaica limítrofe con Francia (se puede cruzar la frontera andando), donde tienen casa (torre, o massía) los pudientes de Cataluña, principalmente Barcelona. Directivos de La Caixa, Gas Natural, Abertis, el Barça (con José Luis Núñez a la cabeza) y, por supuesto, mucho notario, médico, economista... el problema del lugar es encontrarse demasiado con gente conocida, aunque en estos casos siempre es bueno que a uno le vean donde debe ser.
Hasta hace unos años, había que recorrer 170 kilómetros desde la Ciudad Condal por angosta carretera para llegar, lo que llevaba sus buenas tres horas. Después, los túneles del Cadí dejaron eso en poco más de una hora a mediados de los 80. Precisamente, con estos túneles llegó la eclosión de un lugar que hasta la fecha había sido muy; digamos rural. Mucho payés y poco lujo. Durante el franquismo, la localidad se benefició del tránsito de españoles que cruzaban la frontera para comprar lo que aquí no existía: yogures de frutas del bosque, bombones rellenos de licor; mantequilla, azúcar y tabaco al 25% de su precio, algunas medicinas e incluso radiocassettes último modelo. Pero eso ha cambiado radicalmente hace ya mucho.
Plagado de casas antiguas restauradas con estilo pirenaico (tejados de pizarra, paredes de roca, porticones de madera en las ventanas) allí se goza del descanso necesario y de la cercanía a las pistas de esquí, ya sean las de La Molina-La Masella o las de Andorra; que se está más cerca del Pas de la Casa que de otro sitio. Y si no, tampoco es un gran problema disfrutar por pistas francesas.
Es un lugar precioso en invierno y en verano tambien, pues el paisaje boscoso que le rodea proporciona unos días limpios, soleados y frescos por la noche, algo muy de agradecer para los que huyen en el estío de la húmeda y difícilmente soportable Barcelona.
En estos años ha sido normal el desfile de helicópteros en dicha localidad por parte de los poderosos, llegando el viernes y saliendo el domingo. En cuestión de unos minutos, se estaba ya en Barcelona o en Puigcerdà. Una habitual de este medio de transporte era, por ejemplo, la millonaria y mecenas Liliana Godia. Como ya decíamos, en Barcelona, todo miembro (o miembra) de la alta sociedad que se precie debe tener algo en esa coqueta aunque ya algo masificada localidad. Lo malo es que los atascos en viernes de ida o domingo tarde de vuelta son sonados y qué menos que evitarlos, sea como sea. Cada cual que se busque su manera.
Pujol también
Aunque los helicópteros no sólo se veían ahí. También el president Pujol subía en muchas ocasiones a Queralbs, precioso pueblo románico cercano a la Cerdanya, a 50 kilómetros de allí, que cuenta con una Iglesia del año 1.000 que justifica por si sola que don Jordi hable de nación milenaria en sus discursos.
Pujol, todo un Joda nacionalista en esas comarcas colindantes, aterrizaba en el campo de fútbol local y de ahí subía los 7 kilómetros de carretera perfectamente asfaltada (¡siempre!) hasta la casa del espectacular emplazamiento, propiedad, por cierto, de su mujer, Marta Ferrussola.
En fin, que verdad o no lo que digan los preocupados empleados de Catalunya Caixa, los helicópteros han sobrevolado la Cerdanya y aledaños durante mucho tiempo. Aunque, con esto de la crisis, seguramente algo menos en los últimos tiempos.
Nota de la redacción:
Fuentes cercanas a Catalunya Caixa se han puesto en contacto con este diario para manifestar que es "rotundamente falso" que Adolf Todó haya utilizado nunca el helicóptero para desplazarse entre Barcelona y Puigcerdà. Igualmente, aclaran que es también "rotundamente falso" que Todó "continuara cobrando salarios astronómicos cuando ya se puso limitación a los banqueros intervenidos".
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