El regreso de Naranjito a la moda española de la mano de El Ganso ha tenido un padrino muy especial: Albert Rivera. Según le cuentan a este Buscón, el exlíder de Ciudadanos ha sido el celestino que unió a la firma de los hermanos Álvaro y Clemente Cebrián y al presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales.
Rivera no para. Le gusta estar en todos los saraos. Muy activo. Muy presente. Por eso, a este Buscón le dicen que la vuelta de Naranjito no es una casualidad. Rivera mantiene una excelente relación con los hermanos Cebrián. La amistad se hizo evidente durante su tournée mediática para presentar su libro Un ciudadano libre (Espasa, 2019). Rivera se presentó en algunas entrevistas vestido completamente de El Ganso, mascarilla incluida.
Fruto de esa cercanía y de sus muchas conversaciones surgió la idea de recuperar la imagen de Naranjito para una línea de ropa especial de El Ganso. Naranjito es para muchos españoles la mascota del Mundial de fútbol España 1982, pero para otros muchos Naranjito es sinónimo de Rivera.
El único obstáculo para la empresa era convencer a la Real Federación Española de Fútbol. La Federación posee los derechos de imagen de esta mascota. Una anomalía en el fútbol internacional, porque los derechos de las mascotas de los campeonatos mundiales de fútbol suelen pertenecer a la FIFA y no al país anfitrión. La Federación pagó un millón de pesetas al estudio de publicidad sevillano Bellido por esta naranja vestida de futbolista y con un balón bajo el brazo izquierdo.
La imagen de Naranjito
A este Buscón le cuentan que Rivera tiró de viejas influencias políticas con Rubiales, al que conoce de su etapa como líder naranja. Al presidente de la Federación le gustaba presumir de amistad con Rivera en su momento. Aunque en realidad no eran tan amigos, sino más bien conocidos. En cualquier caso, Rivera convenció a Rubiales y la línea de El Ganso con la imagen de Naranjito ya es una realidad. La ropa de Naranjito ha sido solo la guinda del pastel para los hermanos Cebrián. El Ganso vestirá a los jugadores de La Roja en sus actos oficiales y traslados durante los próximos tres años (con opción a un cuarto).
¿Y qué gana Rivera con todo esto? Pues es evidente, le afirman con rotundidad a este Buscón: seguir en la pomada. Estar presente en la política, aunque oficialmente no esté presente. Rivera convirtió a Naranjito casi en una marca personal cuando el entonces portavoz del PP en el Congreso, Rafa Hernando, le identificó con la mascota en tono despectivo.
El partido naranja, entonces más fresco que ahora, dio la vuelta a la tortilla con una campaña en las redes sociales de gran impacto #YoSoyNaranjito. Sucedió en 2015, meses antes de la irrupción de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados. Desde entonces y hasta ahora, Rivera ha sido Naranjito para muchos españoles. Aunque algunos le vean ahora en una operación para fusionar a Ciudadanos y el PP.
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