La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, tenía previsto asistir a la inauguración del Congreso de la Empresa Familiar que este lunes y martes se está celebrando en Bilbao. Su nombre estuvo rondando el programa hasta que finalmente se definió el plantel definitivo de las personalidades políticas y empresariales que acudirían a la cita, que está patrocinada, entre otras entidades, por el banco cántabro.
Intervendrían el rey y el presidente vasco, Íñigo Urkullu, pero no se le vería el pelo ni a Mariano Rajoy ni a Pedro Sánchez, pese a que los dos participaron en el Congreso del año pasado en Alicante. Estamos en precampaña electoral y ninguno de los dos candidatos a la presidencia del Gobierno andaban con tiempo libre como para acudir a Bilbao. Tampoco acudiría al acto el hombre de moda, Albert Rivera, embarcado también en plena campaña y absorbido por su fulgurante ascenso en los sondeos.
Y si nos ponemos a enumerar a altos ejecutivos de verdad en el programa, tampoco es que la cosa estuviese como para tirar cohetes.
Ana Botín mandó a su vicepresidente, Rodrigo Echenique, e Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, con sede en Bilbao, a su director corporativo
A la vista del bajo perfil del programa, la presidenta del Santander optó por delegar en su vicepresidente, Rodrigo Echenique, la representación institucional de la entidad en este foro de empresa familiar, pese a que estaba confirmado que, al menos, el rey inauguraría el acto.
Desde el entorno del banco recuerdan que este lunes, la presidenta del Santander asistió a la Comisión Ejecutiva del consejo de administración, de forma que le habría sido imposible desplazarse a Bilbao para estar presente en el acto.
¿Pero habría cogido el avión privado para en 45 minutos encajarse en la capital vizcaína si por allí se hubieran dejado caer Rajoy, Sánchez y Rivera? Uno de los tres gobernará España a partir de enero de 2016 y todos sabemos que el Santander siempre ha estado del lado del presidente del Gobierno, sea quien sea.
De ahí que sorprenda no ver a la presidenta del banco. El caso es que no pocos de los asistentes a las jornadas este año hayan echado en falta la presencia tanto de los altos líderes políticos como de un mayor nivel empresarial. Otro buen ejemplo es que Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, con sede en Bilbao, tampoco asistió y mandó a Fernando Becker, director corporativo para España.
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