Eso mismo le contaba a este Buscón un empleado de la firma: pocos días después de saberse que la matriz británica colocaba a la división española en el sector ‘no estratégico’ o ‘disponible para la venta’ (en la competencia afirman que “en su propio banco malo”), el actual consejero delegado para España, el italiano Claudio Corradini sostuvo una conference call con un importante número de ejecutivos a los que dio el mensaje de que no sólo hay que defender al cliente, sino intentar captar nuevos, en la medida de lo posible.
Y, claro, los empleados, que están con la moral por los suelos, alucinan en colores: “no sabemos qué va a ser de nosotros porque no sabemos qué va a ser de nuestra compañía, pero nos piden que crezcamos…”.
La plantilla tiene los nervios a flor de piel, como no puede ser de otra manera. Cada información que aparece sobre el proceso de venta o que pueda sugerir algo, es viralizada de inmediato.
La famosa carta de una ex empleada levantina al consejero delegado Anthony Jenkins, (por cierto, fue él quien anunció que España sobraba) o los rumores de que es Popular o Bankinter el mejor posicionado para comprar el grupo, son lo que realmente ha ocupado la atención de los trabajadores.
A esta misma redacción han llamado trabajadores ‘a puerta fría’, en busca de algo de información no publicada.
Un asunto de enorme sensibilidad, aunque el mensaje a las más de 250 oficinas y más de 2.000 empleados es claro: “a trabajar con normalidad, como si no hubiera pasado nada”.
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