Miguel Bernad, uno de los detenidos en la ‘Operación Nelson’, ha iniciado algunos contactos con la Fiscalía para intentar salir de la cárcel antes de Navidad. Se ha dado cuenta de que la causa va para largo y que con el desarrollo de las investigaciones va a estar, al menos, los dos años que marca la Ley sin salir de prisión. La táctica del que fuera secretario general de Manos Limpias es intentar salir con una declaración culpatoria hacia Luis Pineda, otro de los que permanece en prisión. En fuentes cercanas al detenido se dice que la fractura entre los dos es total, pues señalan que muchas de las cuestiones y decisiones que planeada Pineda eran sin su conocimiento.
En los actuales contactos Bernad ha prometido que una vez que se produzca la sentencia sobre la infanta no la recurría ante el Tribunal Supremo, como si esa pudiera ser moneda de cambio en el procedimiento que tramitan los juzgados. En la Fiscalía han causado sorpresa estas propuestas, que no serán atendidas, por considerar que no se produce el objetivo del Ministerio Fiscal quiere desde que se inicio la causa, que no es otro que Bernad reconozca los hechos y colabore con unas declaraciones claras y concisas.
La dificultad se producirá, posiblemente, cuando el responsable del sindicato diga que no tiene las informaciones que solicita el Ministerio Fiscal, por lo que este nuevo intento de acuerdo quedará frustrado prácticamente antes de arrancar. En ese caso continuará en la cárcel muchos meses más. Miguel Bernad cree que aún es el secretario general del sindicato, cuando la realidad es que al haber muerto el presidente y el vicepresidente, su cargo cesó de tener eficacia legal. Hubieran sido necesaria una nueva asamblea para elegir los nuevos cargos. Pero Bernad no convocaba la reunión de afiliados por lo que se puede asegurar que su cargo estaba ya caducado.
Por otra parte, fuentes jurídicas indicaron que Virginia López-Negrete tampoco será desimputada de extorsión, amenazas, apropiación indebida y organización criminal tal y como ella pretende. Las acusaciones popular, particular y el Ministerio Fiscal entienden que solamente con lo ya instruido hay material suficiente para condenar en su día a quién consideran era la mano derecha de Miguel Bernard.
