El Buscón

Elena Cue cambia de guardaespaldas para poder entrar en el colegio de su hija

   

Elena Cue, la mujer del financiero Alberto Cortina, ha tenido un inesperado problema de seguridad. Como tantas otras familias 'in' de Madrid, ha decidido apostar por una férrea formación católica para la hija que tiene en común con la otra mitad de los Albertos. 

La lleva a un colegio de monjas francesas casi de clausura (eludiremos el nombre), donde muchas de ellas no hablan ni siquiera español, y que ofrece a las familias madrileñas la posibilidad de que sus hijas sean enseñadas igual que si estuvieran en Francia. Sólo tienen un par de horas de español a la semana y tanto el idioma como las costumbres son enteramente galas. Es uno de los centros más exclusivos de España porque, según cuentan a este Buscón, es el colegio el que elige a los padres independientemente del dinero que tengan.

Elena, que va con chófer y guardaespaldas a todos lados, básicamente al gimnasio, de tiendas y a llevar y recoger a la niña, fue informada por el centro que el 'maromo armado' que la acompañaba no era lo más apropiado para andar por el cole, de hecho ni las madres pueden recorrer las instalaciones sin problemas, y mucho menos los padres, que no pueden ni acudir a las funciones teatrales de sus pequeñas.

Como afirma el eslogan de la DGT que la seguridad es lo primero, Elena Cue optó por una decisión salomónica. Ahora una fornida mujer armada es quien le acompaña en los traslados de su prole para que se puedan compaginar ambas realidades: evitar disgustos por un lado y respetar la paz de estas beatíficas monjas francesas. 

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