Hasta ahora se conocía que era la mano derecha de Emilio Botín en la Fórmula 1. El puesto así lo corroboraba. Directora de Marketing Corporativo y Marca del Banco Santander. Quienes la conocen aseguran que María Sánchez del Corral es tan apasionada de las carreras de bólidos como lo era el fallecido presidente del Santander. Y del roce de tanto viaje entre los husos horarios de la F1 surgió el cariño, como dice el refranero. Tanto, que el banquero planeaba casarse antes de Navidad con la mujer que intentó amoldar el rojo de Ferrari al rojo del Santander en las primeras negociaciones del patrocinio en Italia.
Incluso aseguran a este Buscón que los abogados del banquero estaban ya trabajando en la formulación del divorcio de Paloma O'shea, su actual esposa, con quien no existía convivencia desde hace años. El asunto venía causando más de un cisma familiar, porque ninguno de los hijos del banquero parecía estar dispuesto a dar su bendición a la futura pareja. Ni siquiera el hecho de que el fallecido llevase mucho tiempo residiendo en su apartamento en la Ciudad Financiera de Boadilla, donde descansaba del banco, a quien le dedicaba todas las horas del mundo, había servido para que el entorno familiar aprobase los planes del padre.
Ya en el verano de 2013, el 'capo' del Santander planteó la opción de boda a la familia. Ya entonces se llegaron a esbozar criterios de reparto de la herencia familiar. Una propuesta que sólo sirvió para que Emilio, Javier, Ana Patricia, Carolina, Paloma y Carmen, los vástagos del matrimonio Botín-O'shea, se postularan con más fuerza del lado de la pianista, filántropa, mecenas y I marquesa de O'shea. "Él (por Emilio Botín) estaba dispuesto a llevar a cabo la boda pese a la confrontación familiar. Estaba muy enamorado de María", confirman varias fuentes a este Buscón. El banquero pretendía celebrar el enlace antes de las próximas Navidades.
La llegada de Ana Patricia a la presidencia del banco denotó pronto la falta de 'feeling' hacia la directora de Marketing Corporativo. Con ella tomó su primera medida. Pese a que todo el mundo espera cambios en el consejo, por no hablar de la insoportable decisión de mantener a Rodrigo Rato en su consejo asesor internacional, la primera cabeza cortada por la nueva presidenta fue la de María Sánchez.
Se le buscó una airosa salida del Santander con una llamada a su amigo César Alierta. Justo un mes después del fallecimiento del banquero, Telefónica anunciaba el fichaje de María Sánchez del Corral. En Movistar ocupará un puesto de nueva creación, según anunció a principios de este mes la multinacional de telefonía.
El puesto de Sánchez del Corral pasará a colgar del nuevo departamento de Marketing Institucional que ha caído bajo el paraguas de Marisa Navas, responsable de la Dirección Corporativa de Comunicación de Telefónica, que con estos cambios organizativos amplía sus competencias.
No fueron pocos los que llegaron a comentar la posible entrada de Telefónica en la F1 tras el aterrizaje de María Sánchez y el fin del patrocinio del Santander en el mundo de los bólidos. Ambas cosas quizá sucedan, pero, desde luego, su salida del banco tiene explicaciones que poco tienen que ver con el marketing.