Era una mañana calurosa de julio en el club de golf de La Moraleja. Hasta que una escena perturbó el imaginario colectivo de la sociedad del club, cuyo territorio aúna las rentas más altas de Madrid. Una joven se encontraba haciendo 'topless' en la piscina y a los socios no les pareció apropiado, por lo que decidieron echarla del lugar, no sin que la chica se resistiese. Empezaron los insultos. Luego los bolsazos. El personal del club tuvo que esmerarse para sacarla del recinto pero la chica, con acento extranjero, empezó a resistirse a la fuerza e incluso tuvo que ser reducida por el socorrista.
No iba sola. Su acompañante es un conocido del club y socio, al que los vecinos increpan en el vídeo por ser "responsable" de lo ocurrido ya que fue quien introdujo a la chica a la piscina. El susodicho es J.G.S, quien habría llevado al club a esta 'señorita' por problemas familiares. La chica se anuncia como escort brasileña en internet, lo que quiere decir que le pagan por hacer de compañera en reuniones o fiestas, y sus servicios pueden incluir sexo o no. Tiene 25 años y se anuncia como una chica de "piel bronceada y recién llegada de Brasil" a Madrid para pasar "los mejores momentos contigo".
En el vídeo, en medio del escándalo, mientras la joven empuña sus ropas íntimas y su bolso para defenderse del arrastre, el socio despechado no hace nada para evitar lo ocurrido. Simplemente observa el suceso fumándose un cigarro, sacudiéndose de sí toda responsabilidad.
El recinto no está acostumbrado a este tipo de reyertas. Suele ser el escenario de familias pudientes que acuden a 'dominguear' en el complejo deportivo para hallar paz y sosiego. Sin embargo, esta joven rompió con las expectativas de lo que los asociados entienden como lugar de bien. Algunos vecinos se cercioraron que la joven, además de lucir su torso sin tapujos, hizo sus necesidades al aire libre. Algo no solo inadmisible, sino sumamente escandaloso.
La chica de acento portugués y ademanes toscos ya había roto dos veces el reglamento de la élite: defecar en un lugar indebido y lucir su 'pechonalidad'
A esas alturas, la chica de acento portugués y ademanes toscos ya había roto dos veces el reglamento de la élite: defecar en un lugar indebido y lucir su 'pechonalidad'. Las mujeres fueron las primeras en increparla y advertirle que debía taparse. Una de ellas es la que ha dado a conocer lo ocurrido al grabarlo con su móvil. La acompañó hasta la puerta, lugar del desencuentro final donde la chica agrede a varias personas, sobre todo a la socia que denuncia los hechos.
El club estimará que medidas aplica sobre el socio de extrañas compañías. Probablemente le sancionen sin que pueda entrar durante un largo periodo de tiempo, tal y como apunta un afectado en el vídeo. Por lo pronto, el domingo en el Real Club La Moraleja, lejos de ser apacible, lució otros tintes, quizá más folclóricos.
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