A estas alturas no hay propietario de restaurante Michelín que se precie, que no haya tenido la oportunidad de agasajar a Don Juan Carlos con sus viandas. Quien más y quien menos ha sido testigo de honor de la frenética carrera gastronómica que el rey emérito comenzó en el minuto uno de su jubilación. Un periplo que le ha llevado por 20 restaurantes galardonados en poco más de dos años. Todos con la misma rutina. Mejor en el comedor que en el reservado, largas sobremesas, firma en el libro de honor y foto con el propietario. Casi ninguno de ellos se extraña cuando le ven aparecer. Lo que si despierta curiosidad es quien será el afortunado o afortunada que compartirá mesa y mantel con tan real compañía. Porque eso si, en este correteo por el paraíso de la restauración española su majestad siempre elige buenas compañías. Sobre todo invitados que le hagan olvidar los tediosos almuerzos de antaño en Zarzuela en los que Doña Sofía llevaba escrupulosamente la cuenta de calorías, colesterol y gluten.
La última parada gastronómica con estrella Michelín ha sido esta misma semana. Don Juan Carlos eligió el restaurante madrileño Gaytán, propiedad de la joven promesa Javier Aranda. El cocinero agasajó al rey y a sus invitados con un menú degustación de 121 euros por cabeza que fue regado convenientemente con una botella de Remírez de Ganuza. De todo ello disfrutaron junto al Don Juan Carlos una pareja de mesa y mantel poco común. Juan Villar Mir (hijo) y la piloto de Fórmula uno Carmen Jordá. El primero flamante presidente de OHL, ya ha salido más veces en la foto junto al Rey. De hecho padre, hijo y yerno alardean con orgullo de la excelente relación que les une con los cuatro reyes españoles. Una amistad a prueba de bombas y de escándalos de corrupción como los que han sacudido a la constructora este año (para eso somos compiyoguis).
Villar Mir no es un extraño para Don Juan Carlos, la que si es nueva en esta escena es la Jordá brindando por la navidad. La espectacular piloto de la escudería Lotus F1 Team seguro que alegró la tarde a Don Juan Carlos sobre todo si desplegó todo el encanto que ella misma asegura tener en su página web: "Carmen es inteligente e increíblemente decidida, cree que la mujer tiene un lugar que ocupar en los deportes de motor, como en cualquier otro deporte del mundo. Carmen sirve de inspiración a todas las mujeres que luchan por hacerse un hueco en el deporte profesional de motor o en cualquier disciplina y seguirá luchando para alcanzar sus propios objetivos". No sabemos si uno de esos objetivos le llevó a comer con Don Juan Carlos el pasado martes, lo que que si sabemos es que lo pasaron bien y que las risas se alargaron hasta la sobremesa.
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