Todo lo que rodea al ‘Pequeño Nicolás’ está impregnado de una considerable carga de misterio. O de embuste, según se considere. Este díscolo muchachito madrileño, de altas miras y discurso procaz, ha sido acusado de tales agresiones contra la verdad y la honestidad que ya son muchos los que han optado por sujetar con papel de fumar todo lo que sale de su boca o se relata sobre él. Uno de los asuntos más controvertidos que le rodea es el de los emolumentos que contemplan sus contratos con Producciones Mandarina, la empresa que promueve sus apariciones en Telecinco y que, supuestamente, le ha pagado 200.000 euros hasta el momento.
Este Buscón siempre tiene un ojo puesto sobre los restaurantes más conocidos de la capital de España, pues sabe que ahí se fraguan algunos de los negocios más jugosos del país. En uno de esos vistazos, observó al bueno de Francisco Nicolás sentado en una mesa junto a los directivos de dicha productora, en una actitud jovial y optimista que se explicaría en el buen dinero que parece que se embolsa ‘Nicolasín’ por sus apariciones televisivas; y en los excelentes resultados de audiencia que genera en Telecinco.
Los números exactos que recoge su contrato se desconocen, aunque hace unos días el director de La Razón, Francisco Marhuenda, sugirió que ascienden a 200.000 euros. Desde Mediaset, niegan en rotundo haber pagado a este mozo, al igual que desde Producciones Mandarina. Sin embargo, dada la capacidad negociadora de Francisco Nicolás, demostrada en los mil y un movimientos que supuestamente efectuó entre políticos e importantes empresarios, son muchos los que se extrañan que su relación con esta cadena de televisión no esté recompensada, al menos, con un aguinaldo.
A falta de conocer el precio que tendrá que pagar el ‘Pequeño Nicolás’ por sus andanzas y rutinas, lo que parece claro es que su ascenso a la fama ha sido beneficioso, tanto para él como para su entorno. Prueba de ello es el contrato que ha firmado con Mediaset su voluptuosa Melibea, Isabel Mateos, ‘La Pechotes’, que ha permitido a esta joven estudiante de Ciencias de la Información realizar sus primeros pinitos en el programa Todo va bien, dentro de una actividad sobre la que sus estudiantes y licenciados se quejan que existen muy pocas salidas profesionales.
Este humilde informador desconoce si a Isabel se le ha asignado un buen puesto dentro de la redacción de Cuatro. Pero le ha llegado el rumor de que Nicolás ya cuenta con su propio despacho en las dependencias de Producciones Mandarina, lo que es, sin duda, una prueba de la importancia que le han otorgado dentro de esta empresa. Con esta buena consideración y ese suculento contrato –que parece que está remunerado a las mil maravillas-, se puede decir que Francisco Nicolás y sus nuevos jefes tienen motivos más que suficientes para organizar opíparos encuentros gastronómicos en los que celebrar las buenas relaciones que les unen.
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