Como el eslogan publicitario de una conocida marca de whisky segoviano, por La Granja y alrededores prolifera gente sin complejos, de Borbones para abajo. Es el caso de Francisco Salazar-Simpson Bos, flamante presidente de la Real Fábrica de Cristales, que el pasado 22 de marzo 'invitó' a pegarse la gran comilona a diez personas en el Parador de La Granja a cuenta de la Fundación Centro Nacional del Vidrio (FCNV), es decir, a cuenta del erario.
Los comensales de la mesa 7 del Parador de La Granja, cuatro tenedores, degustaron solomillos de ternera, lomos de rodaballo y de cebón, migas del pastor y los famosos judiones de La Granja. Para pasar por el gaznate tan preciada legumbre, no se conformaron con agua corriente ni vino de la casa, sino que bebieron agua Bezoya Premium y Tomás Postigo crianza.
Tras el surtido de postres, los helados variados y los cafés, llegó una sobremesa regada con las mejores ginebras del mundo: Bulldog, Martin Miller, Bombay Sapphire, Gin London Number One, Citadelle y G'Vine Floraison (elaborada con la efímera flor de la uva). Las tónicas que las acompañaron, tampoco se quedaron mancas: Fever-Tree, Seagram's y Schweppes Azahar y Lavanda. Algún graciosillo se agañotó un Espléndido.
Lo más llamativo de esta grande bouffe no es que costara tanto en bebida como en comida, que ya es decir; ni que sirviera los espiritosos más exclusivos del planeta; ni siquiera que la echaran tan larga que acabó a las 18.12 horas. No. Lo más llamativo de esta grande bouffe es que la factura de 300 euros sólo en 'gin tonics' la pagó una endeudadísima Fundación del Vidrio el mismo día en que se decidió un ERE que ha resultado ser irregular. Fue la escandalosa celebración de 17 despidos por parte de una casta ebria de poder, anestesiada ya al dolor de la dramática realidad que ella misma provoca.
Fuentes internas de la Fundación encuadran la comilona en una reunión de la estructura organizativa, en un día en que recibió la visita de Tomás Burgos, Secretario de Estado de Seguridad Social, a la que, por cierto, la Fundación debe un pico. Vozpópuli se ha puesto en contacto con la Seguridad Social para confirmar si Tomás Burgos efectivamente se quedó hasta media tarde en La Granja el 22 de marzo, se supone que negociando un cómodo plan de pagos, pero ha dado la callada por respuesta.
El pasado lunes, Salazar-Simpson dio una nueva demostración de su falta de complejos. Tras un intenso Patronato Extraordinario en el que tuvo que envainarse el ERE por torticero, en el que la Administración Central se hizo cargo del Plan de Viabilidad de la Fundación, la Administración Regional le cantó las cuarenta y la Administración Local le pidió la dimisión, todavía pretendía llevarse a los patronos, secretario de las infantas Carlos García Revenga incluido, al Parador de La Granja a comer. A lo que el secretario y abogado Fernando Vizcaíno le replicó: "No procede, presidente, no procede".
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