El Buscón

‘El País’ olvida incluir a Cebrián en "el club de los milloneuristas"

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Cuentan las lenguas viperinas que Juan Luis Cebrián no pasa por su mejor momento, a pesar de que económicamente no puede quejarse. Esta semana ha trascendido, como ya les contamos, que el presidente ejecutivo de Prisa cobró hasta 2,1 millones de euros en 2013. No está mal para un empresario cuya empresa perdió 649 milloncetes. Además, Janli tiene la ventaja exclusiva de poder alquilar una vivienda que cueste hasta 50.000 euros anuales. Y en la redacción de El País se rumorea que su antiguo director y hoy jefazo supremo se ha visto obligado a usar su prerrogativa…

Se dice y se comenta que ahora Cebrián piensa mudarse, sin que los motivos personales estén claros, a una lujosa vivienda en el centro de Madrid. Un palacete cerca, muy cerca del Retiro. Buen sitio para que se vayan a pasear o hacer deporte aquellos estómagos agradecidos que han echado barriguita. Este Buscón travieso no ha podido confirmar si se trata solo de un rumor o no, pero tranquilos, porque sobran cotilleos, anécdotas y hasta hechos contrastados que referirles. Sin ir más lejos, Cebrián es protagonista de un asunto objetivo, cuanto menos divertido y que muestra, una vez más, cómo quienes más lecciones dan sobre la praxis periodística incurren en errores clamorosos que chocan con cualquier código ético y deontológico. Agárrense que viene curva.

Un listado incompleto

Resulta que la pasada semana el rotativo de Prisa publicó una de esas informaciones destinadas a enfurecer a la masa proletaria e incendiar las calles. “Los socios del club del millón de euros”, rezaba el titular de la pieza. Y ahí se desglosaba a “los ejecutivos españoles de empresas cotizadas mejor pagados en 2013”. Se mencionaba como líderes de esta envidiada clasificación a Pablo Isla (Inditex), Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y César Alierta (Telefónica). Acompañaba a la información un gráfico de considerables dimensiones en que se daba cuenta de los directivos que conforman “el club de los milloneuristas”. Hasta ahí, perfecto. Pero claro, quizás por aquello de que resulta muy sencillo ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, en el listado y en la información no aparecían los dos máximos dirigentes de Prisa: Cebrián y Fernando Abril-Martorell, que se embolsaron 2,1 y 1,6 millones de euros, respectivamente.

En la redacción sita en Miguel Yuste no ha sentado bien conocer los salarios de Cebrián y Abril-Martorell

No sean malpensados. Seguramente se trató de un error. A los jefes de El País se les olvidó que Prisa es una empresa cotizada y que sus dirigentes tienen esos sueldos astronómicos por encima del millón de euros. Por eso, por un mero olvido, no les incluyeron en el selecto “club de los milloneuristas”. Es comprensible, ¿no? Sea como sea, este Buscón también está en condiciones de asegurarles, sufridos lectores, que en la redacción sita en Miguel Yuste no ha sentado nada bien conocer los salarios de sus dos altos directivos. Como tampoco ha gustado demasiado ese artículo, ya analizado aquí, que escribió el presidente y académico de la lengua sobre la muerte de Suárez. En fin, tiempos convulsos en el viejo imperio de Polanco.

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