Los trabajadores del Palacio Real estaban ayer indignados. La modelo madrileña Mar Flores parece que decidió hacer oficial que las cosas con su novio, el empresario mexicano Elías Sacal, marchan bien frente a los rumores que apuntaban que las cosas andaban torcidas.
Y no se le ocurrió otra cosa que citar a la prensa del corazón, o al menos eso parecía por el elevado número de reporteros presentes, en el Palacio Real donde el empresario y su novia iban a hacer una visita turística.
Llegaron en un lujoso BMW, chófer incluido, que no se conformó con dejar a sus pasajeros en la plaza, como todo el mundo, sino que posó a sus dos nobles clientes en la puerta de las taquillas encima de la acera.
Mar y Elías tenían asignada una guía de palacio para una visita privada. Ayer, este buscón, siempre desconfiado, quiso contratar un guía privado para que visitaran el palacio dos importantes personas.
La persona del servicio telefónico de taquillas que atiende amablemente a los clientes contestó con claridad: "No hay guías para visitas privadas para el público".
Los visitantes deben pagar su entrada en la taquilla y esperar a uno de los guías oficiales. El empleado de Palacio espera que se forme un grupo y cuando hay un máximo de treinta personas se inicia el recorrido.
No fue el caso de Mar Flores y su novio argentino. Entró en las salas y recibió explicaciones de una de las guías que atendió exclusivamente a los dos 'ilustres' visitantes, mientras otros grupos hacían lo mismo pero con un elevado número de personas.
Este tipo de privilegios está reservado para cuantas personalidades lo solicitan al Gobierno y suele ponerse en marcha cuando vienen representantes diplomáticos de otros países que muestran interés por el Palacio.
Los trabajadores estaban indignados y achacaban a la gerente la decisión de convertir la visita de Mar Flores en un acto oficial más de la casa, “cuando faltan constantemente guías que no se contratan hasta que no viene la avalancha del verano”.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación