Paren las máquinas de los barcos y yates; que el avión privado se quede esperando en Torrejón; id vosotros para adelante que yo esta semana no puedo.
Qué duro es para un rico empresario o para un alto directivo eléctrico tener que posponer sus vacaciones para quedarse en Madrid o en Barcelona diseñando y redactando alegaciones contra la reforma energética aprobada por el ministro de Industria, José Manuel Soria.
El ministro canario tuvo tantos problemas para sacar adelante la dichosa y polémica reforma que al final fue aprobada por el Consejo de Ministros del 12 de julio. Desde que se empezaron a filtrar los Reales Decretos que arman la reforma, las cúpulas directivas de Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, Acciona, Abengoa, las patronales Unesa, Appa, Unef y otras tantas empresas y entidades se han tenido que batir el cobre para tratar de frenar, al menos en parte, el fuerte impacto que tendrá en sus cuentas la reforma de Soria.
Y se cuenta por los mentideros de la capital que este mismo jueves, presidentes y primeros espadas de estas empresas andaban por sus despachos con un ojo en lo que decía Rajoy y con otro en la avalancha de alegaciones que preparan para mandar a Soria y a la CNE.
El presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, no ha bajado a Sotogrande y tiene a todo su equipo trabajando para finiquitar las alegaciones. Hasta la semana que viene no podrán irse de vacaciones, al igual que ocurre en Endesa: su presidente, Borja Prado, y su consejero delegado, Andrea Brentan, siguen en Madrid, cabreados con Soria y trabajando en las alegaciones.
A la zaga no le van los chicos de Iberdrola, que siguen al pie del cañón, al igual que los de Gas Natural Fenosa.
Bien es verdad que todo el sector eléctrico anda estos días presentando resultados, pero lo normal en estos casos es terminar la conference call con los analistas y salir pitando de vacaciones. Pero no ha sido así. Y tampoco lo va a ser a finales de agosto, porque el sector eléctrico teme que, en las próximas semanas, el Gobierno trate de colarles con agosticidad y alevosía alguna de las normas que jalonarán la reforma que tanto daño, dicen, hará a las empresas.
Así que nuestros grandes prebostes empresariales verán este año recortadas sus vacaciones. Las empezarán tarde por la reforma y las terminarán pronto por el miedo que le tienen a Soria.
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