Juan Carlos Escotet es el dueño y fundador de Banesco, compañía que se ha quedado ¿contra pronóstico? con NovaGalicia. El caso es que el sistema bancario tiene un nombre más, en un patio en el que parecía que iban a quedar sólo Botín, Fainé y FG. Salvando las distancias, Escotet es un antiguo bróker que se ha convertido en el principal banquero de Venezuela y que también ha desembarcado aquí a jugar su partido.
Conocido es que quería entrar en España usando Galicia como puerta de entrada y que, al parecer, trae detrás patrimonios de origen español que residían en Panamá o Puerto Rico. Muchas voces críticas se han alzado contra el hecho de que un banco sobre el papel pequeño esté aquí haciendo compras pero, ¿cuál es el tamaño real de Banesco, una entidad con enorme actividad off shore? Esa es una de las respuestas.
Escotet ha operado con el chavismo estos años, como se hacen las cosas allá: sin pactar, pero llevándose bien con el poder. Dicen que los ejecutivos latinoamericanos saben llevarse con el poder, sea el que sea, mucho mejor que los españoles; no en vano les toca lidiar con los Chávez, Kirchner, Correa, Morales… No falta quien acusa a Antonio Brufau de falta de finura y savoir faire en el caso YPF. Seguramente, estos latinoamericanos saben mejor que los europeos cuándo toca avanzar y cuándo retroceder con los mandamases. Y no digo que esto esté bien, sino que es una realidad.
Uña y carne con Feijóo
No es extraño, por tanto, que Escotet tenga una extraordinaria relación con Alberto Núñez Feijóo. Dicen que el presidente de la Xunta posee depositada una enorme confianza en este venezolano y que el presidente de Banesco estuvo en España al 100% durante los tiempos en los que se resolvió la subasta de la entidad que, aparentemente, iba a ser para La Caixa.
A lo tonto, la marea latinoamericana ha instalado sus reales en Sabadell, Popular y ahora NovaGalicia. (Por cierto, la de Banesco no es la primera incursión venezolana en banca española: en 2011 otros ricos locales quisieron Bankpime). ¿Se conformarán sólo con esto? Quién sabe si Escotet se limitará a convertir el Banco Etcheverría en la principal entidad bancaria gallega o si querrá ir a mayores. Lo único que me dicen es que tiene un pisazo relativamente nuevo en la calle Serrano, cerca de la Puerta de Alcalá, por el que ha pagado más de dos millones de euros. O sea, le gusta Madrid; la city española.
¿Cataluña?
¡Ah, por cierto! No le gusta el panorama político en Cataluña, como pudo verse cuando compró la red de fuera de Galicia de NovaGalicia, antes de hacerse con la entidad al completo: no quiso ni una oficina de la región de Artur Mas.
El actual president ya se ve como Lluis Companys II. Sólo hay que ver su cara de seráfica y a la vez exultante emoción en el conciertito del día 26, con el coro sacando banderas esteladas (¿quién se acuerda de su último ridículo electoral ya?), pero se cuida mucho de decir que en la comunidad internacional están más que hartos de derivas independentistas impulsadas por afanes personalistas. Aquí y en Tombuctoo. ¿Cuánta gente de Barcelona ha cambiado su residencia a pisazos de la Calle Serrano o Velázquez? Esa es otra cuestión pero, lo dicho, Escotet tiene uno.
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