Con España en stand by y todos los ciudadanos aporreando las teclas de su ordenador para hallar la oferta más económica en sus vacaciones, la reina Letizia no ha querido ser menos. La Casa Real anda estos días en boca de todos, Felipe VI ha protagonizado esta semana la ronda de consultas en la que Rajoy ha dicho su 'sí pero quizá no' a la investidura y mañana arranca la copa del Rey. No parece el momento para ser ostentoso, o así lo ha debido interpretar la reina, a la que se le ha visto llegar al aeropuerto de Palma a las 17:10 en un vuelo de Air Europa, según le cuentan a este Buscón.
La Monarquía baja al barro... bueno, se sube a la clase turista. Pero la realeza siempre es la realeza, y el viaje de Letizia con sus súbditos no ha sido como el que podría hacer este humilde Buscón, que el único viaje que hará este verano será en el metro de Madrid. Y es que la reina ha sido acompañada por sus guardaespaldas, una compañía que no pasó en absoluto desapercibida.
Pero ahí no ha quedado la cosa. Una vez el avión ha aterrizado, Letizia no quería montar todo el pollo y hacerse las fotos de rigor que la era de los smartphones requiere a sus víctimas, y ha decidido salir de incógnito del avión, ocultándose para evitar ser reconocida. Vamos, mucho ruido y pocas nueces para lo que viene a ser un viaje de verano.
Ausencia en el cumpleaños de Pilar de Borbón
Pero quizá el que la reina no quisiera ser reconocida en su viaje en clase turista tenga algo que ver con el cumpleaños de la tía del rey, Pilar de Borbón, que celebraba en Palma sus 80 años por todo lo alto. Letizia, que junto a la princesa Leonor y la infanta Sofía, fue una de las bajas más notables del evento, tendrá que dar ahora esas explicaciones incómodas que siempre pide la familia... quizá opte por hablar de su 'vuelo turista'.
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