Los huertos urbanos comunitarios, una de las exóticas propuestas de Ahora Madrid que tanto llamaron la atención antes de las elecciones municipales y autonómicas del pasado mes de mayo, están más cerca de convertirse en una realidad después de que Manuel Carmena se hiciera con el bastón de mando en la capital de España. Pero su implantación no va a salir precisamente barata. Las primeras facturas se acercarán a los 200.000 euros, cifra que ha generado polémica teniendo en cuenta otras necesidades que presenta Madrid y que se antojan algo más urgentes.
Lo que no se puede negar es que el nuevo Ayuntamiento de Madrid no ha perdido mucho tiempo para empezar a poner en marcha el proyecto de los huertos urbanos. A la vuelta del verano, el Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad ha iniciado un proceso licitador para contratar las obras de acondicionamiento de las zonas verdes que albergarán los cultivos urbanos.
En menos de un mes se abrirán las ofertas que serán evaluadas no sólo con criterio económico sino también temporal: quien haga las obras en menos tiempo sumará puntos para adjudicarse un contrato que cuenta con un presupuesto total de algo más de 182.000 euros.
En el Ayuntamiento han surgido voces críticas sobre esta cuestión, toda vez que se considera que la iniciativa de los huertos urbanos (considerada, por lo demás, curiosa, llamativa y hasta simpática) no cuenta con un carácter de urgencia que justifique el empleo de recursos de tal magnitud.
La limpieza, prioritaria
Estas voces recuerdan que la propia alcaldesa expresó hace unos días en público, en concreto, en una entrevista concedida a la Cadena Ser, su disgusto con la limpieza en determinadas zonas de la ciudad de Madrid, que atribuyó al hecho de que las compañías que habían conseguido los contratos para prestar este servicio realizaron ajustes de plantilla, lo que hacía más complicado que llegaran a todos los rincones de la capital con eficacia.
“Esta sí es una verdadera necesidad para los madrileños porque es verdad que la ciudad sigue sin estar limpia”, recuerdan los críticos, que no se olvidan de la herencia envenenada que dejó el anterior equipo de Gobierno de la ciudad liderado por Ana Botella. “Los recursos deben destinarse a cubrir verdaderas carencias”.
De lo que no cabe duda es que los huertos urbanos darán de sí, al menos para el debate. Otro asunto será lo que tan peculiar tierra sea capaz de dar.
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